Todos los secretos de los radares de tráfico
¿Cuál es el margen de error real de los radares de tráfico? ¿Los radares móviles controlan ambos sentidos? Te contamos todo lo que necesitas saber sobre los temidos radares.
Sin duda, los radares han evitado accidentes de tráfico. Su función disuasoria, por algo están señalizados en la carretera, evita que muchos conductores vayan demasiado deprisa. No obstante, no nos gustan. Son sinónimo de multa, sobre todo esos colocados con muy mala intención o los radares móviles, que muchas veces parecen, por su situación imperceptible, que busquen la multa sencilla. Actualmente hay en España 760 radares fijos ubicados en sus carreteras, más otros 550 móviles que Tráfico despliega cuando lo precisa. No hay que olvidarse de los 12 helicópteros Pegasus que no solo controlan la velocidad, sino también otras infracciones como el uso del móvil o el cinturón.
Hay muchos mitos alrededor de los radares y de las normas que rigen su uso. Siempre motivo de debate es el margen de error, si el radar fijo controla ambos sentidos, algo que os confirmamos que no, o si el radar tiene en cuenta el margen de 20 km/h que la ley daba al adelantar. Sí, hemos escrito daba porque desde hace unos meses la DGT ha eliminado ese margen y ya solo es posible adelantar a la velocidad máxima de la vía. A continuación os explicamos como funcionan los radares y sus secretos.
Esa caja blanca en el arcén

radar
Los radares fijos son fácilmente reconocibles por estar situados en el arcén de la carretera, habitualmente cerca de un poste de luz. Están señalizados pero nunca está indicada la situación exacta por lo que hay que vigilar que no haya un cambio de velocidad justo antes de pasar por su lado. En determinados lugares han aflorado los radares fijos sobre un poste, más difíciles de detectar. También existen en este ámbito los radares de tramo, que calculan la velocidad media de los coches que circulan por una vía para determinar si debe ser sancionado si la rebasa.
¿Cómo funcionan? Es aparentemente sencillo, el radar emite una señal que rebota en el coche y determina la velocidad a la que circula. En caso de ser superior a la permitida, el radar dispara y saca la instantánea que acompañará como prueba una buena multa. Hace relativamente poco han surgido también los radares láser, más precisos que los convencionales. La mecánica es la misma, al superar la velocidad, foto y multa.
Los márgenes de error en España, reducidos hace pocos meses por una Orden ITC Ministerial publicada en el BOE en 2020, son de 5 km/h hasta los 100 km/h y del 5% a partir de los 100 km/h. En el caso de los radares de tramo, el margen de error es del 3% por sobre de los 100 km/h.
Cuidado con la sombra

Pegasus
Eso tan pequeño que vuela por encima de ti cuando circulas por la autopista se llama Pegasus, el radar más temido por los conductores, un helicóptero capaz de determinar desde las alturas, invisible, si vas demasiado rápido gracias a su cámara panorámica y de hacerte una nítida foto de la matrícula con su teleobjetivo. Por si fuera poco, es capaz de ver si estás con el móvil en la mano o no llevas el cinturón. Es el vigilante definitivo, con un margen de error del 5%, también reducido recientemente.
El Pegasus es solo el primero de los radares móviles, muy presentes, y escondidos, en nuestras carreteras cada día, pero sobre todo en verano. Funcionan igual que los fijos, pudiendo disparar una buena foto o alertando de tu velocidad para que, más adelante, te pare un control policial. Los Velolaser son la última incorporación en este campo, muy pequeños y precisos y versátiles, pudiendo ser colocados en lugares totalmente imperceptibles. El margen de error para los radares móviles es del 7% por encima de los 100 km/h y de 7 km/h por debajo de esa velocidad.