Me licencié en Derecho por error, cuando mi vocación estaba más en una redacción que en un bufete, y corregí el tiro especializándome en comunicación de moda y belleza. Desde entonces, pongo negro sobre blanco mis hallazgos, cruzadas, inquietudes y anhelos en estos dos campos, que son mis dos pasiones. Porque la manga de una blusa o el tono de una barra de labios dicen más del mundo en que vivimos que cualquier diario, y ahí entro yo para contarlo.