El fin de semana perfecto: escapada a la montaña + sesión de belleza
A veces se hace necesario alejarse de la ciudad y sus rutinas. Tu mente y tu cuerpo lo agradecerán.
Somos criaturas de asfalto, para qué engañarnos. Vivimos la vida en 4G (¿o las primeras palabras que te cruzas con el empleado de un local donde vas a pasar más de media hora no son para pedir la contraseña de su wifi?) y no nos gusta vivir a más de 500 metros de un bazar chino, pero desconectar y detoxificarnos (¡bingo! el término tenía que salir) de todo lo que rodea a la urbe es imprescindible al menos un par de veces al año.
En verano nos lanzamos de cabeza a las playas, pero con el frío que traen los meses de invierno lo que más apetece es calentarse al abrigo del crepitante fuego de la chimenea de una casa rural. Allí, evidentemente, no pega nada marcarse un Kardashian contouring, pero hay un montón de otros rituales beauty que encajan con el escenario campestre. ¿Por ejemplo? Encender unas velas que desprendan fragancia a madera, hidratar a conciencia la piel de la cara y el cuerpo para combatir su sequedad (recuerda que, al contrario de lo que se cree, en invierno sufrimos más este problema que en verano), tener siempre a mano un bálsamo de labios y, por supuesto, protegerse de los dañinos rayos solares con el protector adecuado. Y una suscripción a Netflix tampoco estaría de más.

Clinique

Aveda

Maybelline New York

Fine en Laconicum

Origins

Avena Kinesia

Chanel

Rituals

Alex Carro

The Body Shop
