Coronavirus: cómo hacer una mascarilla casera, paso a paso, de la manera más fácil
¡A este virus lo vamos a parar ya! Para hacer una mascarilla de protección casera necesitas un trozo de papel grueso (vale papel de cocina o una servilleta gruesa), dos gomas y una grapadora (con grapas, claro).
Ni rastro de geles desinfectantes ni mascarillas en plena crisis por el coronavirus y en este momento, a la fuerza, se nos tiene que agudizar el ingenio. En muchas farmacias se ha agotado el alcohol y quien tiene en su casa un bote de gel desinfectante, guantes y mascarillas tiene un tesoro; el resto, tenemos que buscar alternativas. Ahora que ya os hemos contado paso a paso cómo hacer en casa un gel desinfectante casero, os queremos enseñar que fabricar una mascarilla casera para cuando salgamos a la calle es mucho más sencillo de lo que pensabas.
Eso sí, antes de nada nos gustaría recordarte que es muy importante seguir las recomendaciones de los médicos y expertos. Quédate en casa, por favor, solo sal cuando haya una urgencia de fuerza mayor, lleva siempre guantes en tus salidas y mantén la distancia de dos metros, no salgas en grupo nunca y lávate las manos muy a menudo. Solo así conseguiremos acabar con este maldito coronavirus.
Cómo hacer una mascarilla casera, paso a paso
- Para hacer una mascarilla de protección casera necesitas un trozo de papel consistente (vale papel de cocina o una servilleta gruesa), dos gomas y una grapadora (con grapas, claro).
- Pon un trozo de papel generoso sobre la mesa o cualquier espacio que sea plano y dobla com si crearas un abanico de papel.
- Mídite la cara desde el inicio de una oreja a la otra. Cuando lo tengas, recorta el papel con esos centímetros.
- Vuelve a medirte el contorno de la oreja para cortar la goma con esa medida. Recuerda que tiene que quedar con un pcoo de tensión para que no se te caiga.
- Corta dos pedazos de goma, que irán en cada oreja, con la misma medida.
- A continuación, y con la ayuda de las grapadora, grapa el goma al papel por los dos extremos. Repite en el otro lado de las mascarillas. ¡Y listo!