Consejos de experto para evitar la piel seca y atópica cuando llega el frío
¿Te duele la piel con la llegada del frío? El otoño es el momento perfecto para comenzar a cambiar los hábitos diarios y así prevenir la piel seca y agrietada.
El rostro, las manos y los labios son unas de las partes del cuerpo más expuestas a las temperaturas más bajas y frías. Además, las pieles sensibles sufren mucho más los efectos del frío. En estos casos además de abrigarse, es también necesario proteger la piel, ya que es el órgano que actúa como barrera protectora y que aísla el organismo del entorno. Las zonas más expuestas son las que pueden resultar más afectadas por el frío, entre ellas las áreas del rostro más delicadas como las mejillas, los labios, la nariz, las orejas y párpados.
¿A quién no le han dicho en invierno: estás muy pálida? El motivo es la vasoconstricción provocada por el frío, que provoca que los capilares se contraigan, disminuyendo la irrigación de la piel y en consecuencia llevando menos oxígeno y nutrientes. Todo este proceso genera la acumulación de un mayor número de células muertas y un aspecto pálido y menos joven. El Dr. Pigem, dermatólogo experto en estética facial nos da las claves para proteger la piel del frío para evitar así lo que se conoce como “xerosis”. ¡Toma nota!
Taparse de la nariz a la barbilla con ropa de algodón: es fundamental proteger estas zonas del rostro que se ven tan afectadas por el frío y la mejor opción para hacerlo son prendas de algodón. Esta clase de tejidos irrita menos la piel que otros tejidos como la lana.
Hidratar las manos y labios como mínimo dos veces al día: es esencial llevar siempre a mano productos para hidratar tanto manos como labios y aplicarlos mínimo dos veces al día para evitar que estas zonas se sequen y sufran más. Un producto fácil y cómodo de llevar y aplicar es el Trimas Lip Treatment de Masderm, por ejemplo, un bálsamo hidratante con protección UVB+UVC y 80% ingredientes naturales, específico para proteger la piel de tus labios frente al sol y el frío durante todo el año.

Masderm
Evitar duchas con agua muy caliente e hidratar el cuerpo: ducharse con agua muy caliente es un hábito muy frecuente en épocas de frío. Este gesto contribuye a la sequedad cutánea, el aumento de picor e incluso la aparición de dermatitis por eso se deben evitar duchas con agua muy caliente y optar por duchas con agua tibia.
Seguir una dieta sana: Para tener una piel sana, hay que cuidar muy bien la dieta. Tan importante es lo que aplicamos por fuera como lo que ingerimos por dentro. Se recomienda eliminar los alimentos que roban las vitaminas y minerales necesarios para la renovación celular, como lácteos, harinas y azúcares refinados, grasas transformadas o alimentos procesados.
Protegerse del sol invernal: aunque no lo parezca el sol de invierno también puede dañar la piel por eso es importante protegerla de forma diaria. De hecho, los rayos UVB pueden quemar y dañar la piel durante todo el año, especialmente en altitudes elevadas y en superficies reflectantes como la nieve o el hielo donde la luz ultravioleta del sol se refleja y por tanto aumenta el riesgo de cáncer de piel y envejecimiento prematuro. Prótegete con una crema como el fluido Hyséac SPF50+ de Uriage, que proporciona una protección muy alta contra las radiaciones UVA-UVB y que es apto para todo tipo de pieles, especialmente para las pieles mixtas a grasas.

Uriage