Mitos y verdades de los hidratos de carbono: ¿es bueno dejar de comer hidratos de carbono para adelgazar?
Somos conscientes de su importancia en nuestra alimentación, pero, ¿comemos los que necesitamos o seguimos cayendo en los viejos tópicos negativos?
Que engordan, que nos hinchan, que hay que limitar su ingesta... Los hidratos de carbono deben ser el nutriente que peor fama tiene, cuando realmente es uno de los más importantes para nuestro organismo, ya que gracias a ellos conseguimos la energía necesaria para afrontar nuestro día a día.
Según avanza el estudio científico ANIBES (Antropometría, Ingesta y Balance Energético en España), los hidratos de carbono componen el 40% de la dieta de las mujeres españolas adultas, frente al 55% que recomiendan los expertos; es decir, que de cada 1.700 kilocalorías que ingerimos al día, poco menos de 700 provienen de ellos. ¿Y en forma de qué alimento los consumimos, principalmente? El mismo estudio indica que los cereales y sus derivados –las principales fuentes de hidratos de carbono- suponen el 27,4% de toda nuestra ingesta diaria.
Pero los mitos siguen muy presentes. El más extendido es el de que su ingesta favorece el aumento de peso, por lo que muchas dietas milagro siguen restringiendo al máximo o eliminando su consumo. Según los expertos de la Real Academia de Medicina participantes en la jornada “Hidratos de carbono, nutrición y salud", esta afirmación es falsa, pues en los últimos años, mientras que las cifras de sobrepeso y obesidad han aumentado en nuestro país, la ingesta de hidratos de carbono se mantiene por debajo de las recomendaciones nutriciones.

Mitos y verdades de los hidratos de carbono
Mitos y afirmaciones nutricionales no contrastadas que, al final, general que se haya popularizado un consumo de hidratos de carbono bajo en la sociedad españolas, que los expertos tachan como insuficiente. Màrius Foz, Catedrático emérito de Medicina de la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma de Barcelona, cuenta que “solo el 25% de la población alcanza el objetivo mínimo aconsejado por la Sociedad Española de Nutrición Comunitaria” respecto al consumo de estos nutrientes, algo que debe cambiar.
Mitos y afirmaciones nutricionales no contrastadas que, al final, general que se haya popularizado un consumo de hidratos de carbono bajo en la sociedad españolas, que los expertos tachan como insuficiente. Màrius Foz, Catedrático emérito de Medicina de la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma de Barcelona, cuenta que “solo el 25% de la población alcanza el objetivo mínimo aconsejado por la Sociedad Española de Nutrición Comunitaria” respecto al consumo de estos nutrientes, algo que debe cambiar.
Seguro que has escuchado que alguna celebrity ha dejado de comer hidratos de carbono para conseguir alcanzar su peso deseado. ¿En qué consiste esta dieta? Sencillamente en reducir de modo considerable la ingesta de hidratos de carbono provocando que el cuerpo entre en cetosis (¿os acordáis de la famosa dieta Dukan?). Esta "cetosis" es un estado natural por el que las células extraen energía de las grasas. Pero, ¿qué efectos tiene en la salud? Desde Tenderete (Calle del Dr. Castelo, 10, Madrid) nos dan algunos apuntes que te gustará saber. A favor de comer hidratos de carbono:1. Control del apetito. Aportan saciedad por lo que dejas de comer antes y picas menos entre horas. Nos explican que "al reducir los carbohidratos, se ingieren más grasas y proteínas, con lo que se reduce el apetito y se toman menos calorías al día. También, erradica el mal humor característico de las dietas bajas en grasa".
2. Pérdida de peso. Y continúan a favor de este tipo de alimentación apuntando que "una dieta baja en carbohidratos es de dos a tres veces más efectiva en pérdida de peso que una baja en grasas; además, es más fácil mantener nuestro objetivo a lo largo del tiempo. Con este tipo de alimentación, el cuerpo está menos hinchado, debido a que los carbohidratos refinados presentes en platos como la pizza o la pasta, carecen de fibra".
3. Mayor pérdida de grasa. Para hablar de este punto se requiere una matización: "hay 2 tipos de grasa: la subcutánea, es la que se ve a simple vista y que produce el efecto flacidez en el cuerpo. Y la visceral, la más peligrosa, que se acumula alrededor de los órganos internos. Las dietas bajas en hidratos facilitan la pérdida de mayor proporción de grasa, especialmente en el abdomen", aclaran desde el restaurante.
4. Menor riesgo de enfermedades cardiovasculares. "Mejora el perfil del colesterol, baja los triglicéridos y la presión arterial. También, mejora la sensibilidad a la insulina y revierte la diabetes. Se ha utilizado para tratar enfermedades mentales como la epilepsia infantil, el Párkinson y el Alzheimer, ya que los cuerpos cetónicos tienen efectos neuroprotectores", concluyen.
A favor de comer hidratos de carbono:
1. Control del apetito. Aportan saciedad por lo que dejas de comer antes y picas menos entre horas. Nos explican que "al reducir los carbohidratos, se ingieren más grasas y proteínas, con lo que se reduce el apetito y se toman menos calorías al día. También, erradica el mal humor característico de las dietas bajas en grasa".
2. Pérdida de peso. Y continúan a favor de este tipo de alimentación apuntando que "una dieta baja en carbohidratos es de dos a tres veces más efectiva en pérdida de peso que una baja en grasas; además, es más fácil mantener nuestro objetivo a lo largo del tiempo. Con este tipo de alimentación, el cuerpo está menos hinchado, debido a que los carbohidratos refinados presentes en platos como la pizza o la pasta, carecen de fibra".
3. Mayor pérdida de grasa. Para hablar de este punto se requiere una matización: "hay 2 tipos de grasa: la subcutánea, es la que se ve a simple vista y que produce el efecto flacidez en el cuerpo. Y la visceral, la más peligrosa, que se acumula alrededor de los órganos internos. Las dietas bajas en hidratos facilitan la pérdida de mayor proporción de grasa, especialmente en el abdomen", aclaran desde el restaurante.
4. Menor riesgo de enfermedades cardiovasculares. "Mejora el perfil del colesterol, baja los triglicéridos y la presión arterial. También, mejora la sensibilidad a la insulina y revierte la diabetes. Se ha utilizado para tratar enfermedades mentales como la epilepsia infantil, el Párkinson y el Alzheimer, ya que los cuerpos cetónicos tienen efectos neuroprotectores", concluyen.
Contras de comer hidratos de carbono:
1. Los hidratos de carbono son necesarios para el buen funcionamiento del cerebro. "Se alimenta y funciona con glucosa, si no le suministramos los niveles mínimos que necesita podemos llegar a desarrollar trastornos de la personalidad o afectaciones cerebrales, funcionales, motoras y físicas", nos explican desde El Tenderete.
2. Debilidad y calambres. También nos explican que "se puede sentir falta de estabilidad debido a la falta de azúcar en sangre o calambres, ya que no le estamos suministrando suficientes minerales al cuerpo. También, es usual sentir mareos, cansancio, fatiga y diarrea".
3. Pérdida de músculo. "Al conseguir el estado de cetosis, el cuerpo primero consume la grasa, pero cuando esta va bajando se empieza a degradar el músculo para usar sus aminoácidos como combustible", aclaran.
4. Y concluyen con otras desventajas como: " estreñimiento, halitosis dada la elevada producción de cuerpos cetónicos. Además, no es aconsejable en personas con problemas hepáticos o cardíacos, propicia el desarrollo de arritmias".