Marie Claire

La luz azul: ¿Cómo nos está dañando la piel esta sobre exposición a las pantallas?

Así nos envejece la piel la pantalla de nuestro teléfono. Estamos pasando más tiempo que el de costumbre frente a dispositivos con luz azul, ¿qué repercusiones tiene para nuestra piel?

Ya te habíamos alertado en numerosas ocasiones sobre el daño que los estudios científicos estaban demostrando sobre la incidencia de la luz azul en nuestra piel. En este momento de sobredosis de pantallas volvemos a recalar en este hecho, ¿estamos abusando de la luz azul? ¿qué consecuencias tiene para nuestra piel? ¿podemos frenar el daño que nos está ocasionando?

Para empezar esta disertación queremos saber qué es lo que emite la famosa (y temida) luz azul. Desde Instituto Médico Ricart nos aclaran que "esta luz no solo se encuentra en dispositivos electrónicos, sino que también la emite fuentes naturales como la luz solar a la que nos exponemos constantemente". Y continúan, "los rayos cargados de energía de la luz azul penetran en profundidad en la piel, más que los rayos UV, y pueden dañar las células bajo esta. Con ello se estimula la creación de radicales libres. Estos pueden romper las estructuras celulares a largo plazo. Y como consecuencia, disminuye la elasticidad de la piel. En especial en las zonas de la barbilla y los pómulos se eleva el riesgo de manchas de pigmentación y arruguitas. Por ello se está pre-programando un envejecimiento prematuro de la piel. Las consecuencias de la luz azul se relaciona con el término “Digital Aging” – envejecimiento digital".

Bien, ahora que sabemos que estamos completamente rodeados llega el momento de no ser alarmistas y buscar soluciones para minimizar el impacto sobre las células de nuestra piel y, en consecuencia, en el reflejo exterior de la misma.

El doctor José María Ricart, de Instituto o Médico Ricart, recomienda el uso de fotoprotectores (algunos de ellos ya están preparados para protegernos de este tipo de radiación) y la ingesta de alimentos o suplementos antioxidantes, que refuercen la piel para protegerse de agentes externos. Y nos da un protocolo de cuidados que podemos realizar desde casa: "en esta situación lo único que podemos hacer es asegurarnos una hidratación correcta de la piel, con cremas humectantes ricas en aceites y ácigos omega, una buena alimentación rica en antioxidantes, todo tipo de vitaminas del grupo B, colágeno y ácido hialurónico y un buen reposo nocturno, intentando no usar dispositivos electrónicos en la cama cuando nos vamos a dormir".

Y concluye que dada la cantidad de horas que pasamos en casa y la baja exposición solar "lo más recomendable sería tomar suplementos de Vitamina D durante este periodo".

Seguimos indagando sobre el impacto de la luz azul y, en esta ocasión la Doctora Beatriz Beltrán médico estético, internista especialista en infecciones y nutrición ortomolecular, nos explica que "provoca más sequedad porque altera las aquaporinas que están implicadas en el metabolismo del glicerol en la epidermis y reducen la capacidad de retener agua de la piel. Activa las metaproteinasas que destruye el colágeno y acelera el envejecimiento, esto se ha demostrado en ratones. La luz azul activa también la opsina 3 que provoca manchas en personas con fototipos elevados tipo 3, embarazadas y pacientes que se han sometido a láser y peeling abrasivos".

Y nos plantea las siguientes conclusiones: "apostar por protección solar que incluya filtro de luz visible y también recomienda protectores y filtros físicos que se colocan en pantallas de móvil y tablets".

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