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5 secretos de belleza esenciales que las francesas practican sin parar

Para conseguir este look beauty tan codiciado, lo primero que se necesita es interiorizar la siguiente máxima: potenciar la verdadera naturaleza en vez de intentar cambiarla o esconderla.

En cada país existe un ideal de belleza. El último ejemplo que demuestra que esta afirmación es cierta lo hemos podido observar en la serie Emily en París. Mientras que la protagonista, Emily Cooper, se esfuerza por ser un escaparate andante de las marcas de lujo internacionales, repleto de logos y complementos llamativos en cada uno de sus looks - porque entiende que esa es la imagen que debe mostrar, acorde a su perfil profesional - y atraviesa el empedrado de la ciudad sobre stilettos de 10 centímetros presumiendo de melena ondulada perfecta, su jefa y némesis Sylvie Grateau, parisina real y hasta la médula, practica looks minimalistas e impecables, aparentemente effortless, tanto si hablamos de moda como en clave de belleza.Para las francesas, su (codiciado) ideal de belleza, ese que tenemos grabado en la memoria gracias al cine, las pasarelas y las imágenes de streetstyle de las semanas de la moda, es un estilo desenfadado e informal que se basa, en gran medida, en un cabello poco pulido - más bien algo revuelto - y un maquillaje de efecto segunda piel. Se trata de mostrarse una misma tal y como es, más que una versión 'mejorada'. Es decir, consiste en potenciar la verdadera naturaleza, antes que intentar cambiarla.Obviamente, el salto cultural entre Emily y Sylvie, o entre alguien que no se ha criado en París y alguien que ha absorbido ese estilo prácticamente desde que tiene uso de razón, es el primer obstáculo que hay que salvar. Lo más probable es que si Emily decidiera practicar el estilo parisino de la manera más genuina, lo primero que pensaría sería: '¿pero dónde voy yo con estos pelos y por qué a Sylvie le queda tan natural?'Afortunadamente, existen ciertos secretos locales para practicar este 'look perfectamente imperfecto' que sirven como punto de partida para empezar a desarrollar este estilo effortless tan deseado: Prevenir y preparar antes que camuflarSe trata de mantener la piel del cuerpo y del rostro, así como el cabello en perfectas condiciones, en vez de intentar 'arreglarlo' a través del maquillaje o del empleo constante de herramientas de peluquería. ¿Cómo lo consiguen? Según defiende Mireille Guiliano en Las francesas no engordan, su aspecto saludable se debe a una dieta que prioriza siempre los alimentos orgánicos y de temporada, con la menor cantidad de azúcar posible, y a beber agua de forma frecuente.

Para las francesas, su (codiciado) ideal de belleza, ese que tenemos grabado en la memoria gracias al cine, las pasarelas y las imágenes de streetstyle de las semanas de la moda, es un estilo desenfadado e informal que se basa, en gran medida, en un cabello poco pulido - más bien algo revuelto - y un maquillaje de efecto segunda piel. Se trata de mostrarse una misma tal y como es, más que una versión 'mejorada'. Es decir, consiste en potenciar la verdadera naturaleza, antes que intentar cambiarla.

Obviamente, el salto cultural entre Emily y Sylvie, o entre alguien que no se ha criado en París y alguien que ha absorbido ese estilo prácticamente desde que tiene uso de razón, es el primer obstáculo que hay que salvar. Lo más probable es que si Emily decidiera practicar el estilo parisino de la manera más genuina, lo primero que pensaría sería: '¿pero dónde voy yo con estos pelos y por qué a Sylvie le queda tan natural?'

Afortunadamente, existen ciertos secretos locales para practicar este 'look perfectamente imperfecto' que sirven como punto de partida para empezar a desarrollar este estilo effortless tan deseado:

Se trata de mantener la piel del cuerpo y del rostro, así como el cabello en perfectas condiciones, en vez de intentar 'arreglarlo' a través del maquillaje o del empleo constante de herramientas de peluquería. ¿Cómo lo consiguen? Según defiende Mireille Guiliano en Las francesas no engordan, su aspecto saludable se debe a una dieta que prioriza siempre los alimentos orgánicos y de temporada, con la menor cantidad de azúcar posible, y a beber agua de forma frecuente.

Olvídate de los gadgets de peluquería y comprométete con cortes regularesPara conseguir su look desenfadado, las francesas priorizan la textura natural del cabello en vez de intentar que este permanezca perfectamente pulido y sin moverse de su sitio. Por este motivo, uno de sus trucos de belleza más conocidos es que dejan que su pelo se seque al aire, siempre que las temperaturas lo permiten, en vez de recurrir al secador, la plancha o las tenacillas.Sin embargo, el acabado es una cosa… Pero su aspecto saludable es otra bien diferente. Las francesas tienen predilección por el cabello sano y brillante. De esta forma, su messy hair no se verá jamás seco ni dañado, solo desordenado. Priorizan un buen corte de pelo antes que un producto con el que conseguir ese acabado despeinado de forma artificial. Apúntate a un buen labial rojoAunque puede que, en el pasado, el talismán de maquillaje de las francesas fuera un buen delineado felino - y esto lo sabemos gracias a actrices icónicas como Catherine Deneuve y Brigitte Bardot -, en la actualidad la identidad de la mujer francesa, en lo que a maquillaje se refiere, consiste en conseguir y declararle amor eterno al labial rojo que más favorezca en función del tono de piel, ojos y cabello. Además de ser una clave de belleza imprescindible, el labial rojo se ha convertido también en un accesorio de moda que soporta todo el peso de sus looks minimalistas.

Para conseguir su look desenfadado, las francesas priorizan la textura natural del cabello en vez de intentar que este permanezca perfectamente pulido y sin moverse de su sitio. Por este motivo, uno de sus trucos de belleza más conocidos es que dejan que su pelo se seque al aire, siempre que las temperaturas lo permiten, en vez de recurrir al secador, la plancha o las tenacillas.

Sin embargo, el acabado es una cosa… Pero su aspecto saludable es otra bien diferente. Las francesas tienen predilección por el cabello sano y brillante. De esta forma, su messy hair no se verá jamás seco ni dañado, solo desordenado. Priorizan un buen corte de pelo antes que un producto con el que conseguir ese acabado despeinado de forma artificial.

Aunque puede que, en el pasado, el talismán de maquillaje de las francesas fuera un buen delineado felino - y esto lo sabemos gracias a actrices icónicas como Catherine Deneuve y Brigitte Bardot -, en la actualidad la identidad de la mujer francesa, en lo que a maquillaje se refiere, consiste en conseguir y declararle amor eterno al labial rojo que más favorezca en función del tono de piel, ojos y cabello. Además de ser una clave de belleza imprescindible, el labial rojo se ha convertido también en un accesorio de moda que soporta todo el peso de sus looks minimalistas.

En línea con el delineado felino, el smokey eye es la siguiente técnica de maquillaje que las parisinas sienten como parte de su patrimonio local. Sin embargo, lejos de ser un ahumado perfecto, se trata - cómo no - de un ahumado que debe parecer poco trabajado y de textura cremosa, que se puede conseguir a partir de un lápiz o de una sombra en crema difuminada con los dedos. Es decir, el resultado debe parecerse más al de no haberse desmaquillado la noche anterior, que al de haberlo realizado cuidadosamente justo antes de salir de casa. Cuando hablamos de conseguir un look de belleza francés genuino, es necesario tener en cuenta que las sombras con acabado brillante y las pestañas perfectas serían lo contrario de lo que consideran chic.

La luz es la clave de un cutis impecable

Recordamos: naturalidad ante todo en vez de modificar la realidad. Aunque Kim Kardashian haya realizado una impecable labor divulgativa sobre todos los beneficios del contouring y todo lo que un juego maestro de luces y sombras puede hacer por nuestro aspecto, lo cierto es que para las francesas, la idea de cambiar la forma de su rostro no entra en sus planes. De hecho, su estrategia consiste en resaltar mejillas y el arco de Cupido con puntos de luz estratégicos, evitando así aplicar más productos de los que realmente consideran necesarios a la hora de conseguir su look siempre natural.

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