Coge la rueda al spinning
Los ves salir del gym y parecen auténticos supervivientes de una épica guerra: sudados y sonrientes. ¿Qué tiene el spinning que engancha? No hace falta ser un superhéroe: lo puede practicar cualquier persona sana. Eso sí, hace falta unas pequeñas nociones que deberías conocer para no desistir tras tu primera clase.
Los ves salir del gym y parecen auténticos supervivientes de una épica guerra: sudados y sonrientes. ¿Qué tiene el spinning que engancha? No hace falta ser un superhéroe: lo puede practicar cualquier persona sana. Eso sí, hace falta unas pequeñas nociones que deberías conocer para no desistir tras tu primera clase.
El spinning es una de las actividades más efectivas para moldear el cuerpo. En una sesión de aproximadamente 50 minutos puedes perder entre 500 y 1.000 calorías, trabajará tu corazón, perderás los kilos de más, reforzarás las piernas y la musculatura de abdomen y espalda y, sobre todo, te servirá de válvula para tu estrés.
¿Cómo colocar la bici?
Pregunta al instructor antes de comenzar si has colocado de forma correcta tu bicicleta. Si no, irás sufriendo toda la clase una mala postura. El sillín debe estar colocado a la altura de la cadera. La pierna no debe ir en ningún momento completamente estirada. El manillar se situará a la misma altura o un poco por encima del sillín. Para saber cuánto debes separar el manillar tu propio brazo puede servirte de referencia: la distancia ideal es de la muñeca al codo. Es muy importante que sujetes bien tus pies a los pedales: o bien te los enganchas con los rastrales o bien optas por unas zapatillas con calas que se enganchan a la bici. Existen zapatillas específicas y son una buena inversión, pero, hasta que le cojas el truquillo, prueba con cualquier zapatilla deportiva de suela blanda. Al pedalear, las rodillas deben ir paralelas a la bici. Nunca hacia fuera, ya que podrías lesionarte. La espalda debe ir completamente recta: un truco es apretar durante toda la clase la zona abdominal.
El entrenamiento
El monitor de tu gym te guiará durante toda la clase. Sigue sus instrucciones y el ritmo de la música: está pensada precisamente para marcar la velocidad de la pedaleada. Irás aumentando o bajando la resistencia a medida que cambie el ejercicio. Además, hay cuatro posturas básicas que irás modificando a medida que avance la clase: sentado, semisentado, de pie recto y de pie hacia delante.