Menstruación sin dolor
Conoce de dónde vienen y cómo evitar los síntomas y consecuencias de la regla
Una vez al mes se repite el mismo cuadro: dolor, cambios de humor, hinchazón… A las mujeres nos toca ser mujer, y ¿por qué no hacerlo sin pasarlo mal? Desde Mujer Activa, queremos darte a conocer de dónde vienen todos estos síntomas y consecuencias asociados a la menstruación, y darte algunos consejos para que los evites en la medida de lo posible. “¿Cómo he podido comportarme así?”, te preguntas después de haber reaccionado de una manera completamente distinta a la habitual. Y en ese momento tienes la respuesta: “Ah, es que me va a bajar la regla”. Los cambios de humor son algo muy habitual y tienen su explicación: la fluctuación hormonal del estrógeno y la progesterona, previa a tener la regla, afecta directamente a tus niveles de serotonina, una sustancia química del cerebro que es la responsable de los cambios de humor. Además, los expertos aseguran que una deficiencia de calcio intensifica las fluctuaciones hormonales, lo que a su vez conlleva una reducción del nivel de serotonina en el cerebro. Así que lo primero que debemos hacer para mantener nuestro equilibrio es comer alimentos ricos en calcio como el queso, la leche y los helados. Y si, además, la semana antes haces las comidas más seguidas y de menos cantidad, tendrás constantes los niveles de azúcar, es decir, estarás menos irritable y cansada. Luego está la sensación de hinchazón en el vientre, en lo que también tienen que ver las alteraciones en los niveles de estrógeno y progesterona, que hacen que el organismo retenga líquidos hasta que el periodo finaliza. Y nada mejor para no retener líquidos que disminuir la sal en las comidas, no sólo la que echamos, sino la que ya contienen en gran cantidad platos precocinados o sopas de sobre, que debemos evitar. Asimismo, beber mucha agua y tomar dos infusiones al día suavizará estos síntomas. Nuestro último consejo va dirigido a las más pudorosas. ¡No tengáis miedo a practicar el sexo durante la menstruación! Es una buena forma de acabar con el dolor, ya que las contracciones que se producen durante el orgasmo, junto con la posterior relajación, alivian la intensidad de los calambres.