¿Son seguros los tratamientos de belleza caseros?
La versión 'casera' de los tratamientos profesionales puede ser una idea excelente si careces de tiempo (o de dinero), pero ¿son tan seguros como pensamos?
Si nos guiáramos por la infinidad de tutoriales que podemos encontrar en cualquier búsqueda en YouTube o Instagram sobre cómo 'versionar' los faciales profesionales en casa, sumado a que existe un gadget para cada uno de ellos, no volveríamos a pisar un centro de estética en la vida. Pero que podamos hacerlo, ¿significa que debemos? Yo misma probé hace unos meses un dispositivo de dermoabrasión. El aparato incluía un cabezal para hacerte un peeling superficial. Tuve cuidado y tomé todas las precauciones pero, aún así, me provoqué pequeñas heridas en el rostro. Por eso hemos hablado con expertos en la materia, que nos han explicado cuándo el DIY (hazlo tú misma) no supone ningún riesgo para ti.
"Son dispositivos ideales para usar una misma", opina la doctora Elena Martínez Lorenzo, dermatóloga de la Clínica Pilar de Frutos. "Están destinados a la limpieza facial ya que ayudan a la total eliminación de la suciedad del poro, que se muestra así reducido. De este modo mejoran visiblemente la textura y el acné en pieles grasas y con tendencia acneica", explica. Pero señala que, aunque son dispositivos sencillos de utilizar, hay que ser cautos con la frecuencia de uso, "lo ideal es no utilizarlos más de una o dos veces por semana, ya que pueden irritar si se abusa de ellos. Además, no conviene emplearlos si hay brotes de acné activos, ya que pueden empeorarlo o incluso desencadenar brotes mayores por el estímulo mecánico. Y siempre deben ir asociados a productos de limpieza suaves", concluye.
"Este aparato manual consiste en un rodillo con decenas de agujas de distintos diámetros, que se pasan por la piel realizando un estímulo mecánico con el que se induce la formación de colágeno. Con estas microperforaciones (el llamado microneedling) además, se facilita la absorción de posteriores productos y se incrementa su efectividad", señala la doctora Martínez Lorenzo. Son dispositivos muy efectivos a la hora de mejorar la textura de la piel, tanto en el caso de arrugas finas como para tratar marcas de acné e incluso estrías de distensión. Explica la doctora que "para conseguir un efecto adecuado, la presión que se ejerce debe ser entre moderada e intensa, lo que produce dolor. Por ello es difícil utilizarlo en uno mismo y sin anestesia tópica".
Los derma rollers son seguros, pero en las manos de un profesional. "Cada una de esas perforaciones produce una herida, por lo que la técnica debe realizarse en unas condiciones adecuadas de higiene, que quizá no se pueden adoptar en casa. Además, el dispositivo debe estar estéril antes de su uso y no debe compartirse". Teniendo esto en cuenta y si eres capaz de hacer una limpieza adecuada de la piel con antisépticos y con un dispositivo estéril en cada una de las sesiones, "su uso no queda totalmente desaconsejado".
Son aparatos seguros para uso 'casero', siempre que se conozcan las indicaciones para las que están destinados. "Según el tipo de luz, podemos tratar una u otra patología, o mejorar algún aspecto de nuestra piel y pelo. Lo esencial es adquirir un producto que sea seguro y esté avalado por las sociedades pertinentes según la Unión Europea o la FDA americana", señala la dermatóloga. "Una vez elegido un producto con garantías, su uso es sencillo y puede ser un muy buen coadyuvante en el tratamiento de patologías como el acné o la alopecia. También puede mejorar el aspecto de pieles envejecidas, ya que ayudan a difuminar manchas y a mejorar las arrugas más finas o pequeñas líneas de expresión", concluye.
Sin necesidad de productos químicos, estos dispositivos manuales consiguen, a través de microcristales, una abrasión de la piel que exfolia, de forma más o menos intensa. Los dispositivos usados en clínica son distintos a los empleados en domicilio. Estos últimos, por lo general, son más sencillos de usar, pero menos potentes. "Al no utilizar componentes químicos, pueden usarse en casa, aunque el resultado final, por lo general, no será tan efectivo como el de la clínica", señala Martínez Lorenzo. "Por otro lado, una abrasión supone una herida mínima sobre la piel con el consiguiente riesgo de infección y de cicatrización patológica, por lo que aunque no se desaconseja totalmente su uso en domicilio, en caso de realizarse debe hacerse de forma cuidadosa. Es fundamental una limpieza exhaustiva de la piel –con antisépticos– y unos cuidados adecuados postratamiento, utilizando antibióticos en crema si se produce herida y reepitelizantes, así como protección solar estricta", aconseja.
El mecanismo es sencillísimo: consiste en pasar una cuchilla de hoja fina por la piel del rostro para rasurarlo y eliminar las células muertas y el vello facial. Una exfoliación intensa, vamos. Pero para la doctora Martínez Lorenzo "es una técnica de beneficios dudosos, que bajo ningún concepto recomiendo hacer en domicilio. Se requiere que la cuchilla sea la adecuada y se pase con unos movimientos y una presión muy precisa. Si la presión es mayor a la adecuada se pueden producir cortes y complicaciones, como una hiperpigmentación postinflamatoria o un rebrote de una dermatosis preexistente como la rosácea o el acné", advierte.
Ácidos como el glicólico o el salicílico actúan, empleados de forma tópica, como excelentes exfoliantes. "Se pueden encontrar productos de venta al público con estos activos en bajas concentraciones, en forma de cremas, sérums o geles. Su uso continuado en domicilio consigue a medio-largo plazo un muy buen resultado en lo que a mejora de textura de la piel se refiere, por lo que resultan ideales si, además, se asocian a tratamientos en clínica para potenciar su efecto", explica la dermatóloga de la Clínica Pilar de Frutos. En el caso de utilizar por ti misma productos con una concentración elevada de ácidos, puedes correr el riesgo de encontrarte con efectos indeseados, como "hiperpigmentaciones postinflamatorias".
Los dispositivos de depilación de uso particular suelen ser de luz pulsada intensa (IPL), y reducen buena parte del vello, "aunque es difícil que lleguen a conseguir una depilación permanente. Requieren muchas sesiones de uso y muy continuadas, y algunos no son automáticos, por lo que hay que ajustar la potencia necesaria según el tipo de piel", señala la dermatóloga. "En mi opinión requieren ser manejados por manos profesionales, dado que generan un calor que puede llevar a quemaduras, sobre todo en las pieles más oscuras", concluye.
El peróxido de hidrógeno (agua oxigenada) y el peróxido de carbamina son las dos sustancias que consiguen que los dientes reluzcan como los de una estrella de Hollywood. Ambos productos penetran a través de la superficie porosa del esmalte y oxidan las manchas, dejando el diente, en principio, blanqueado. Son por lo tanto sustancias muy abrasivas que, mal aplicadas, pueden quemar las encías y aumentar la sensibilidad del diente. Por esta razón los kits domésticos con este fin contienen unas cantidades reguladas por ley, "con una concentración de agente blanqueante tan pequeña que reduce su eficacia", sostiene la doctora Daniela Carranza, odontóloga y codirectora del Instituto Profesor Sada. ¿Y qué hay del aceite de coco, popularizado por Gwyneth Paltrow como blanqueante? "El aceite de coco no blanquea", explica Carranza, "a no ser que se mezcle con bicarbonato de sodio, con lo que se obtiene una especie de pasta similar al dentífrico. Pero es una práctica que también puede generar daños en el esmalte dental y no la recomendamos".
"Igual que los tintes capilares, los de cejas o pestañas cuentan con un agente revelador que suele ser agua oxigenada, por lo que necesita manipularse con mucho cuidado en una zona tan cercana al ojo", nos cuenta el equipo técnico de Lilash, marca pionera en el cuidado de las pestañas. "También es importante que los materiales sean de calidad y tener en cuenta que la aplicación es bastante complicada, pues cuenta con protectores de silicona, rodillos de algodón, pinzas, aplicadores, etc.".
La necesidad de que la manicura nos dure más tiempo y no solo una semana (o menos), ha hecho de las permanentes casi una obsesión. Puedes hacértela tú misma, sí, pero además de buen pulso, necesitarás esmaltes especiales así como una lámpara de UVA o de LED que ayude al producto a fijarse y secarse. Para Elena Comes, directora del centro Le Petit Salon, en Madrid y Valencia, "estos esmaltes y máquinas de secado, de 'nivel usuario', son menos efectivos que los que se usan en los centros". "Además", sigue, "la retirada del esmalte puede llegar a ser muy compleja: para que penetre y actúe en este tipo de manicura hay que limar la superficie del esmalte y, si no eres profesional, puedes acabar por dañar la uña. Creo que es uno de esos casos en los que lo barato, al final, sale caro", termina Comes.
No debería ser complicado, siempre y cuando sigas los pasos al pie de la letra, "lo malo es que suelen ser muy genéricos, lo que puede dar pie a dudas durante el proceso y cometerse errores de difícil solución", explica Diana Daureo, directora del salón de peluquería de su mismo nombre. "Suele ser un error muy común aplicar demasiado producto sobre la raíz y terminar con un color demasiado saturado", señala. Conclusión: recurre a ello si ya estás acostumbrada a teñirte en casa, pero siempre es aconsejable que lo haga un profesional.

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