¿Por qué empezarás a utilizar brumas de belleza? Porque no sabías que tiene cinco usos que transformarán tu rutina de belleza (y tu piel)
Hidratan, sirven para fijar el maquillaje... son polifacéticas y están llenas de propiedades que no te puedes perder. ¡Las querrás todas!
La hidratación es una de las preocupaciones de muchas mujeres. Pero no cualquier hidratación, sino una adaptada a las necesidades específicas de la piel y sobre todo, sus características. Hoy en día existen muchísimos productos para mantener la piel radiante. Cremas, sérums, aceites... pero seguro que nunca te has animado con los espray faciales. Las brumas hidratantes son la última tendencia en belleza. Llenas de componentes beneficiosos para la piel son la solución para las mujeres con la piel extra seca (y también para las que no paran un segundo quietas y necesitan soluciones instantáneas). Hay para muchos tipos de pieles, y según el efecto que se quiera conseguir, debemos utilizar una composición u otra. Antes del maquillaje, después o para terminar la rutina de cuidado antes de ir a dormir, es una opción fantástica y rápida para tener la piel siempre a punto. Debes saber que puedes aplicarla modo sérum: sus altas concentraciones de activos permiten sustituir el suero habitual por este cosmético antes de aplicar la crema de tratamiento.
Cuando te levantas por la mañana lo primero que deberías hacer es lavarte la cara para eliminar las toxinas y el sebo que ha producido tu piel durante las horas de sueño. Lo mejor es elegir un jabón suave y natural, cuánto más orgánico sea, mejor, así la limpieza será respetuosa con la piel. Tras esto, hidratar la piel con una crema en gel para que se pueda absorber rápidamente es una muy buena opción. Si tienes la piel extremadamente seca, puedes completar la acción con una bruma facial. Cuando todo se haya secado, aplica tu maquillaje de diario.
Para un extra de fijación, aplica otra vez la bruma. Eso sí, asegúrate de que ambas son diferentes. La de antes del maquillaje deberá ser hidratante mientras que la de después debería ser, aunque también hidratante, principalmente matificante con el objetivo de que tu maquillaje se quede en su sitio durante todo el día. Si vas a pasar muchas horas fuera de casa, lo ideal es que lleves siempre unos polvos compactos en el bolso (si tienes tendencia a los brillos) y si no, échate la bruma al bolso, así cuando veas que tu maquillaje comienza a agrietarse podrás utilizarla para rehidratar y matificar al mismo tiempo.
Por el contrario, si utilizas la bruma por la noche, es mejor que elijas composiciones más ricas, incluso oleosas para ese extras boost que tu piel se merece después de todo el día. Las brumas contribuyen a calmar la piel ¡y los sentidos! y ayudan a la piel a recuperarse y a despertarse con mejor cara. Si desmaquillas a conciencia y sigues tu rutina habitual, justo al acabar podrás aplicar la bruma para conseguir un efecto refrescante antes de irte a la cama. ¿Lo mejor? Es rápido, eficaz y puede utilizarse tanto en las rutinas de belleza acompañado por más productos como combinado con distintos tipos de brumas.
Y si eres de las que viaja mucho, no te olvides de esa sensación de piel reseca cuando viajas en avión. Una bruma se convertirá en tu mejor amiga porque refresca tu piel al instante. Al tener un efecto instantáneo y una textura ligera y refrescante, puede pulverizarse sobre el rostro a lo largo del día para aportar un extra de hidratación, luz y energía.

Spray de Collistar, (18,30 €). Esta bruma con ácido hilaurónico reafirma y tersa la piel para que esté mucho más joven e hidratada. También hace efecto en la epidermis, alisando los tejidos.

Bruma facial anti-contaminación y anti-toxinas reparadora e hidratante. Con agua de rosas y lavanda, aloe vera, hamamelis y manzanilla (29 €).

Spray de Coola, (39 €). Con té verde y aloe en su fórmula, ayuda a hidratar la piel durante todo el día. Además es perfecto para matizar el maquillaje después de aplicarlo.

Spray de Clinique, (24,95 €). Apto para todo tipo de pieles, alivia la sequedad y aporta frescor para una piel perfecta las 24 horas del día.

Spray de Avène, (5,45 €). Calma, hidrata y regenera la piel. Perfecto si tienes piel sensible para aplicar antes del maquillaje.

Una bruma protectora de acción anticontaminación que protege, rellena, hidrata y refresca la piel. ( 60 €).

Spray Ecololgic de Linda Nicolau, (21,50 €). Es un básico del tocador. Con los principios del agua micelar, Onagra y Caléndura limpia y purifica la piel.

Spray de Marnys, (15,90 €). Hidrata y ayuda con las líneas de expresión. Aplícalo de día y de noche y luego realiza un pequeño masaje.

Spray Ecololgic de Linda Nicolau, (21,50 €). Es un básico del tocador. Con los principios del agua micelar, Onagra y Caléndura limpia y purifica la piel.

Spray de M.A.C, (21 €). Esta bruma rejuvenece el aspecto de la piel. Para un efecto completo aplícalo antes del maquillaje para que hidrate la tez antes de poner cualquier base.

Spray de YSL, (56,70 €). Proporciona una hidratación de hasta 72 horas para la piel ultra seca.

Spray de Urban Decay, (31 €). Perfecto para fijar el maquillaje y darle un efecto glowy.

Bruma de The Body Shop, (8 €). Este spray de coco calma la piel sensible y seca para un alivio rápido.

Spray de Parmacy, (44 libras). Con ingredientes que hidratan pero que no aportan brillos, esta bruma multiusos es muy necesaria en el neceser.

Bruma facial anti-contaminación y anti-toxinas reparadora e hidratante. Con agua de rosas y lavanda, aloe vera, hamamelis y manzanilla. (29 €)

Ultra hidratante y anti-polución, la bruma de agua SPF30 de Uriage (c.p.v.) regenera y optimiza la hidratación de la piel, además de restaurar el efecto barrera de la piel.