¿Es tan nociva como parece la luz azul?
Los expertos confirman que la saturación de pantallas puede tener efectos directos en nuestra piel. Sí, el permanecer delante de tu móvil puede alterar tu piel y favorecer el envejecimiento. Algunos productos se proponen luchar contra ello.
Nociva para la vista, la piel y el bienestar físico general... la luz azul sufre numerosos prejuicios. ¿Pero es tan dañina como parece? El Dr. Miguel Sánchez Viera, del Instituto de Dermatología Integral, aclara todas nuestras dudas.
¿Cómo definiría la luz azul?
La luz visible está compuesta por rayos de diferentes colores y cada uno tiene una longitud de onda. La luz azul o luz HEVis es aquella cuya longitud de onda se encuentra entre los 380 a los 500 nanómetros.
Esta luz azul actúa como antidepresivo y es usada por nuestro organismo para regular los ciclos de sueño. Ahora sabemos que la sobreexposición a ella genera ciertos daños en la piel, si bien hace falta mucha más literatura científica para señalarla como la culpable de muchos de los males de los que se la acusa.
¿Qué engloba?
A pesar de la creencia, la mayor parte de esta luz nos llega a través de la radiación solar, pero no es esta la única fuente. Esta luz también nos llega a través de gran parte de la tecnología que usamos, proveniente de las pantallas de móviles, ordenadores, tablets, bombillas LED... Dada la cercanía de estos otros focos, estas fuentes artificiales, junto con la radiación recibida por el sol, pueden afectar al envejecimiento de la piel y, sobre todo, a su hiperpigmentación.
¿Es realmente nefasta para la piel?
No toda la luz azul es perjudicial, tan solo una pequeña parte es potencialmente peligrosa (la que contiene longitudes de onda azul-violeta). Esta fracción de la luz azul puede penetrar bajo la piel y provocar un descenso del colágeno y la elastina, lo que hará que nuestro rostro luzca más apagado y que aparezcan hiperpigmentaciones y rojeces. Por ello, el bloqueo de la luz azul puede ser útil para disminuir el riesgo de manchas y evitar el melasma.
Sin embargo, y por contradictorio que parezca, la aplicación de la luz azul en la piel puede tener efectos positivos en el abordaje de enfermedades como el acné, incluso en las cicatrices que produce. Por ejemplo, con una nueva tecnología denominada terapia biofotónica, que consiste en la aplicación de un gel que emite una fluorescencia al ser estimulado por una fuente de luz, que incluye luz azul. Esta fluorescencia provoca una reacción que consigue eliminar la inflamación producida durante los brotes de acné y mejorar las cicatrices de brotes anteriores.
¿Cómo luchar en tal caso?
El mejor modo de luchar contra sus efectos es bloqueando esa luz azul antes de impactar en nuestra piel. Para ello existe fotoprotectores que incorporan filtros que protegen a la piel de este tipo de radiaciones. No olvidemos con esto proteger nuestra piel contra los rayos UVA y UVB. Además, muchos de los aparatos que emiten luz azul tienen una función 'noche' que, junto a la distancia, minimiza los daños que estas fuentes pueden causar a nuestra piel.
Te dejamos algunos productos que pueden, en menor o mayor medida, ayudarte a luchar contra ella.

La Crema Facial Protección Luz Azul, de Babaria (c.p.v.) combate los signos de envejecimiento ligados a la luz azul. Un imprescindible.

La crème nuit détox multi-actions, de Uriage (c.p.v.) es el primer cuidado que actúa directamente sobre los signos de edad y mejora la oxigenación de la piel. Actúa directamente sobre las agresiones como la luz azul, la contaminación, el estrés y el cansancio.

El Aceite Facial 3 en 1 Anti-blue light, de Anne-Marie Borlind (c.p.v.) es un tres en uno: es anti luz azul, anti oxidante y anti edad. Gracias a su composición rica en aceite omega de sacha inchi, aceite de kahail y aceite de prinsepia, fortalece la barrera natural de la piel.

El Dioptipoche Gel Alisador Corrección Bolsas, de Liérac (26 €) combate el hinchazón gracias a sus péptidos anti azul que protefe del daño celular. Verás cómo tus ojos se descongestionan en apenas una hora.

La crema Oxygen Urban, de Montibello (c.p.v.) condensa compuestos PRE y PRObióticos que ayudan a restablecer el equilibrio de la flora cutánea.

Herbal SKin Rescue, de Mi Rebotica (39,95 €) es un tónico facial diseñado para proteger la barrera superior de la piel de las radiaciones de dispositivos electrónicos.

DD Cream Urban Protect, de Casmara (c.p.v.) Protege con filtros solares de amplio espectro S.P.F. 30 (UVA-UVB y luz azul). ¿Su más? Aporta un toque de color.

El protector UV de perfección y luminosidad Orchidée Impériale, de Guerlain (c.p.v.) protege la piel de las agresiones externas como los rayos UVA y UVB, la contaminación, además por supuesto de la luz azul.

Skeyndor nos propone el fluido protector Blue Light Technology SPF30 (c.p.v.), una crema con tecnología exclusiva Blue Light Technology que bloquea los rayos. Es apto para todos los tipos de pieles y edades.

Apuesta por el tratamiento Advanced Night Repair Eye Supercharged Complex, de Estée Lauder (64 €). Cuenta con el Concentrated Repair Technology que ayuda a reparar los daños ligados a la falta de sueño, los rayos UV, la contaminación y ahora también la luz azul. Un 'must'.

El aceite aox ferulic, de Mesoestetic (120 €) es otro pequeño producto maravilla para proteger los fibroblastos y mejorar la síntesis de colágeno. Protege de los rayos UV y el sistema antioxidante de la piel.

El Ultra Revitalising Elixir, de Twelve Beauty (52 €) reequilibra y fortalece la barrera cutánea, además de equilibrar los niveles de hidratación.