En el universo de la perfumería, Francia suele llevarse la etiqueta de cuna indiscutible. Sus casas centenarias, su savoir faire y sus fórmulas legendarias le han valido un lugar privilegiado en la memoria olfativa colectiva. Sin embargo, en los últimos años España se ha posicionado como un terreno fértil para proyectos que reinterpretan el arte de perfumar. Poco a poco, surgen un abanico de propuestas locales que compiten con solvencia en calidad, creatividad y, sobre todo, en personalidad. Una de esas apuestas con acento propio es Botanicae, que ha sabido conectar con la esencia de la perfumería artística desde un enfoque honesto y cercano. Dentro de su catálogo se esconden opciones tan accesibles como sorprendentes: eau de toilette que, pese a que técnicamente no son colonias (aunque en España tendemos a darles esta nomenclaturas), cumplen con ese papel en el lenguaje cotidiano y se convierten en una elección ideal para las que buscan un aroma ligero, singular y diferente al del resto.
Lo interesante de esta casa es que no pretende imitar ni seguir modas, sino transmitir vivencias a través de fragancias con carácter. Sus creaciones, concebidas con mimo artesanal y un trasfondo cultural rico, ofrecen la posibilidad de introducirse en un territorio que combina exotismo y proximidad. Entre ellas destaca Onda, una propuesta que equilibra la sencillez de lo fresco con la calidez de lo amaderado. Estamos ante esa colonia que se cuela en la rutina diaria, con la ventaja de que todavía muy pocos la llevan, por ahora.
Lavanda, cedro, bergamota y cedro se abrazan en esta colonia con sello nacional
Qué hay detrás de Onda
Onda despliega un acorde fougère de manual, pero enriquecido con detalles que lo elevan a algo más que un simple fresco de salida. La bergamota aporta la chispa cítrica inicial que se funde con una lavanda envolvente, limpia, casi cristalina. Esa combinación abre paso a un corazón floral en el que heliotropo y jazmín añaden matices delicados, alejados de lo empalagoso. La base se apoya en sándalo y madera de cedro, que confieren profundidad y cierta redondez balsámica. No estamos ante una fórmula barroca, sino ante un ejercicio de equilibrio: un aroma versátil, suave pero con suficiente fijación para acompañar durante toda la jornada.
Su carácter lo convierte en aliado del otoño, esa estación en la que buscamos perfumes amaderados (y duraderos) con los que perder el sentido de lo rico que huelen. Lo que seduce de Onda es su capacidad para proyectar una sensación de limpieza sin resultar anodino. Es fresco, sí, aunque al mismo tiempo guarda un poso íntimo y reconfortante. Otro aspecto que fascina es su facilidad de uso. Se adapta tanto a la oficina como a un plan más especial de fin de semana. Es el tipo de colonia que podríamos llamar de armario cápsula: encaja en cualquier contexto y acompaña con discreción.
En cuanto al precio, hablamos de una fragancia con un precio muy atractivo para la calidad que ofrece: 50 euros por 100 ml. Una cifra muy razonable para iniciarse en el universo de la marac, sobre todo considerando que se trata de una casa nacida con el propósito de democratizar la perfumería artística, evitando los clichés del marketing masivo. La filosofía de la firma pasa por destilar historias viajeras en cada frasco y trasladar al olfato la experiencia de culturas y territorios lejanos. Desde sus inicios en Oriente Medio hasta su regreso al Mediterráneo, la marca ha demostrado que se puede hacer perfumería con alma sin recurrir a artificios.
Otras colonias españolas que merece la pena tener en el radar
Sol de Sotogrande de Ammarì
Si ampliamos el foco, hay otras propuestas nacionales que también merecen la penea. Una de ellas es Sol de Sotogrande de Ammarì, que despliega una paleta solar y vibrante. Su salida combina bergamota, tuya verde y menta, lo que provoca un arranque refrescante de efecto inmediato. El corazón evoluciona hacia una mezcla cítrica más jugosa con mandarina, naranja roja, naranja y un toque de jazmín que aporta sofisticación. Finalmente, el fondo de eucalipto, almizcle y haba tonka equilibra frescor con suavidad. Su precio es de 145 euros.
