Belleza para importar

Las mujeres rusas usan puré de fresas para el rostro, que sirve como exfoliante y a la vez nutre. Así, consiguen un cutis impecable y suave.

Las indúes utilizan la henna para embellecer su piel. Las manos es la zona más vistosa que, además, se ha copiado en medio mundo. La henna es un polvo de hojas secas procedentes del arbusto Mehandi o Mehndi, procedente de India. En cada cultura varía su significado, aunque siempre con un punto en común: promueve la suerte y fertilidad.

Las mujeres africanas mantienen su piel suave y lisa gracias a la manteca de karité. Directamente desde el árbol del karité, y se aplica sobre el vientre y muslos para evitar y eliminar estrías.

Destacan por su pasión por el nail art. En Venezuela, se contratan a domicilio profesionales para realizar semanalmente las manicuras más atrevidas.

Son asiduas a los tés. Un truco perfecto para consumir antioxidantes. Además de tomar mucho té verde y blanco, lo utilizan aplicado en la piel para descongestionar, limpiar y tonificar.

El mijo las ayuda a suavizar y aclarar la piel. Otro de sus trucos de belleza es usar vinaza (el líquido que queda del proceso de destilación del vino de arroz y habitual en cosméticos asiáticos) para reducir las arrugas.

Las japonesas evitan el sol. Esta costumbre ayuda a que su piel se mantenga pálida e intacta.

Utilizan la harina de maíz como exfoliante. Se extiende sobre la piel húmeda haciendo movimientos circulares. Se puede también mezclar con huevo, miel o aceite de oliva para aumentar el poder nutritivo.

Apuestan por ingredientes basados en plantas y flores: el aceite de oliva, la miel, la manteca de karité o el extracto de uva son sus favoritos. Además, marcas francesas como Caudalie o Nuxe crean sus cosméticos en base a estos productos.
