¡Adiós al champú! 12 mitos y verdades sobre la moda ‘no-poo’
Asqueroso, natural, eficaz...son miles los adjetivos que circulan sobre la ausencia de uso del champú. Te desvelamos una vez por todas sus aportes reales.
¿Y si dejaras de lavarte el pelo con tu champú y acondicionador habituales? Puede que la idea te espante, y te resulte hasta desagradable, sin embargo, es la base de una tendencia que se desarrolló en Estados Unidos y ya es todo un fenómeno. Conocido como el “no-shampoo”, que significa literalmente “sin champú”, este método propone sustituir el uso de champús convencional del mercado por ingredientes totalmente naturales. Sus objetivos son varios: se trata de no dañar el cabello con productos químicos como los parabenos, además de reducir el impacto medioambiental y el gasto económico. Un todo en uno que se propone proteger tu salud, tus ahorros y el planeta, según sus adeptos. A través del espaciado de los lavados y el uso de otros productos, el pelo se “acostumbra” y “adapta” a esta rutina, dejando el pelo más voluminoso, largo y sano.
¿Pero es realmente efectiva? Esta técnica, que ya ha dado lugar a numerosos testimonios más o menos positivos en la red, no deja de conllevar una serie de riesgos no menospreciables. El uso de productos como el bicarbonato de sodio, también agresivo, puede resecar el pelo al absorber el seno e irritarlo duramente. El resultado final también depende de otros factores como el agua con la que se lava el pelo o la propia funda de tu almohada. Ten además en cuenta que las impurezas e imperfecciones quedan acumuladas en el cabello y el agua no lo purifica del todo. Entre dudas y certezas, parece difícil acertar. Un compromiso podría ser el low-poo que consiste en lavarse el pelo con menos frecuencia y con champús completamente naturales. Sea cual sea el método que elijas, ten en cuenta tu tipo de pelo. Aunque estos métodos no se destinen a un tipo en concreto, pueden ser nefastos si tu cuero cabelludo es sensible o sufres eccema.
Desmontamos para ti algunos 12 de los mitos más extendidos sobre el tema. Si te preocupa el no conseguirte adaptarte a la técnica o sencillamente te asusten las consecuencias, procura espaciar el lavado a cada tres días y usar un champú con un pH neutro. El exceso es, como suele ser el caso, el problema real.

La idea en la que se basa la moda ‘no-poo’ es que al tiempo de lavar el cabello solo con agua, este se acostumbra y autoregula la producción de grasa dejando de tener aspecto de estar sucio. Sin embargo, los dermatólogos advierten que la segregación de grasa tiene una causa hormonal y que el uso o no de champú no altera el funcionamiento de la glándula que lo segrega.

Los devotos de esta moda recurren a lavar el cabello con bicarbonato o vinagre para eliminar la grasa y la suciedad. Sin embargo, el uso de estos productos “naturales” pueden provocar descamación, irritación y problemas en el cuero cabelludo, por lo que no son mejor opción que los champús.

El agua limpia la superficie, pero no elimina la grasa que se produce ni las bacterias, por lo que el cabello queda sucio al lavarlo solo con agua y eso puede provocar infecciones y problemas capilares.

Es cierto que actualmente nos lavamos demasiado el pelo, en algunos casos claro, y que, además, abusamos de productos químicos. Sin embargo, la solución no es dejar de usar champú si no buscar uno adecuado a nuestro tipo de cabello, que sea neutro, que sea libre de alcohol y no abuse de fragancias ni conservantes. Se recomienda que tenga un pH que esté entre el 4.5 y 5.5.

A pesar de ser una corriente ecológica que aboga por lo natual tiene riesgos: el uso de bicarbonato y vinagre daña el cuero cabelludo y provoca problemas dermatológicos, el agua por sí sola no limpia y deja residuos que pueden provocar infecciones, por lo que no es una moda exenta de riesgos.

Aunque existan productos bio a base de ingredientes naturales, siguen circulando muchos productos con sulfatos y parabenos especialmente peligrosos para el medio ambiente.

Puede tardar hasta un mes, por lo que los primeros días pueden resultar especialmente molestos ya que el pelo es visiblemente más graso y se encrespa masivamente.

El bicarbonato apenas te costará un euro, mientras que los champús no suelen bajarse de los tres. A largo plazo, tu bolsillo te lo agradecerá.

El no lavarse el pelo con productos clásicos no supone dejar de cuidarlo: conviene peinarlo preferiblemente con un cepillo con cerdas naturales para eliminar las impurezas.

Si tu cabello es normal no deberías tener problemas pero si tu pelo tiende a resecarse o sufres eczema seborreico, podrías irritar aún más tu cuero cabelludo.

Es uno de los mitos más extendidos. Aunque la ausencia de olor a jabón asuste en un primer momento, el lavado con otros productos no deja una huella olfactiva de suciedad.

Las causas de la pérdida de cabello son múltiples, el principal factor es hereditario. El sustuir el champú convencional por otros productos no favorece su caída.