
13 claves para protegerse del sol en la montaña
"En la montaña se estima que, por cada 300 metros que ascendemos, recibimos un 4 por ciento más de radiación ultravioleta. Además, si existe nieve, esta refleja el 90% de la radiación UV que recibe", según la dermatóloga miembro de la Academia de Española de Dermatología y Venerología, Yolanda Gilaberte. Lejos de ser menos peligrosa que la playa, la montaña es uno de los lugares donde más te puede afectar el sol.
Tomar el sol con sentido común. Una afirmación a todas luces evidente pero que seguimos sin interiorizar, a la vista de los últimos resultados proporcionados por la Agencia Investigadora del Cáncer (IARC), organismo dependiente de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que ha observado un aumento de la incidencia de melanoma en un 3-7% anual en todo el mundo, alcanzando así la consideración de epidemia a escala mundial. Y ello a pesar del torrente de información y las constantes campañas de sensibilización que nos proporcionan todos los datos para broncearnos con seguridad.
“Queremos que todo el mundo vea su piel como su prenda más preciada, que necesita de unos cuidados durante toda su vida”, explica el doctor Agustín Buendía Eisman, responsable de la Campaña Euromelanoma 2017 en España, organizada por la AEDV. “Una inadecuada exposición al y nuestro comportamiento de protección solar provocan daños que tienen un efecto acumulativo y duradero en nuestra piel”, advierte, “tomar el sol con sentido común, evitando las quemaduras y las exposiciones solares excesivas y crónicas es la mejor manera de pactar con el sol. Es cierto que tomarlo de forma moderada es necesario y beneficioso para nuestro organismo (ayuda a sintetizar vitamina D, eleva nuestro ánimo, modula nuestro sistema circulatorio), por eso los dermatólogos decimos que el sol es un gran amigo, pero que puede convertirse en el peor enemigo si no pactamos con él.
Además de ofrecer información preventiva, la Campaña Euromelanoma puso en marcha un año más las jornadas de screening, del 5 al 9 de junio, para el diagnóstico precoz del cáncer de la piel. “El cáncer de la piel se ve”, afirma la doctora Gilaberte, “y la autoexploración es una acción sencilla y tremendamente útil”. No lo dejes pasar si tienes más de 50 lunares en el cuerpo, tu piel es clara o tienes antecedentes familiares de cáncer. Sigue nuestros consejos para protegerte eficazmente del sol y sobre todo, no infravalores los efectos del astro rey en la montaña...

Fluido mineral SPF 50+ de Avène.
En estos entornos no hay que olvidarse de aplicar un factor de protección alto (FPS 30) o muy alto (FPS 50), incluso aunque seamos morenos de piel y no solamos quemarnos. "El interior de la piel sufre daños importantes", indica la experta de La Roche-Posay Leonor Prieto, "mucho antes de manifestar una quemadura. Aquí, la reaplicación del producto y la cantidad –una capa bien gruesa– es especialmente importante".

Camiseta sun block con SPF 50 certificado, de Huno Beach.
Es la primera y más efectiva línea de defensa contra los rayos ultravioleta. Las fibras sintéticas, las de tejido más entramado y las más ajustadas al cuerpo son las que mayor protección ofrecen. Y ojo con el agua: una camiseta blanca mojada solo supone un FPS 3, seca un FPS 7. Existen textiles con protección específica que, según la Skin Cancer Foundation, se indican con las siglas UPF (factor de protección ultravioleta).

Cuanto más intenso sea el color de las frutas y verduras que ingieras, mejor prepararán tu organismo para recibir los rayos solares (siempre que comiences a tomarlos un mes antes). Esto se debe a que cuanto más color, más betacaroteno contienen, lo que ayuda a aumentar la reserva de antioxidantes. "La protección oral también ayuda", señala Prieto. "Existen dos tipos: los antioxidantes, contenidos en diversos extractos vegetales y los probióticos, que trabajan potenciando nuestro sistema de defensa y antirradicales libres". Para su eficacia, consúmelos de forma continuada desde los dos meses anteriores a la exposición solar y durante esta. Pero cuidado, nunca sustituirán la acción de tu protector solar.

Spray Solar Sublime, de L'Oréal.
El sol no solo puede dañar la piel, sino también el cabello. Los rayos atacan directamente nuestra melena y pueden resecarla en exceso. Aplica regularmente un spray protector mecha por mecha, y completa el cuidado con una crema y una mascarilla que trataran tu pelo en profundidad.

Lo son si no guardas la debida distancia entre el tiempo de aplicación de tu protector solar y el repelente de insectos. Treinta minutos es el tiempo mínimo entre la aplicación de uno y otro para que el primero no pierda su efectividad y el segundo no aumente su toxicidad. ¿El orden? Es preferible aplicar primero el fotoprotector. Y se desaconsejan los productos que combinan protección solar y repelente antiinsectos, ya que la crema solar debe aplicarse con más frecuencia que el repelente.

La piel contiene un alto porcentaje de agua que se va perdiendo debido al efecto de la radiación solar. Para evitar las consecuencias de esta deshidratación es muy importante restituir el agua perdida con la ayuda de un aftersun. No olvides aplicarlo después de cada baño de sol, y no solo si te has quemado. A pesar de que en la piel no se aprecien irritaciones o quemaduras, si esta ha adquirido un tono moreno o bronceado es señal de que ya ha sufrido una agresión.

Arkosol Advance, de Arkosol.
Antes de exponerte, prepara tu piel tanto por dentro como por fuera. Empieza con un tratamiento oral hasta un mes antes para que tu cuerpo anticipe los efectos de los rayos. Notarás la diferencia.

WetForce Sports BB 50+, de Shiseido.
El sol te hará transpirar más, por lo que no dudes en utilizar una protección que resista a las temperaturas más calurosas y a tus actividades a lo alto de la montaña. Shiseido ha creado para ello una protección solar que se incrementa con la transpiración. Todo una innovación.

Es de sentido común, pero una buena protección visual es esencial a la hora de caminar en la montaña. Busca un par perfectamente adaptado a tu vista, y que cubra el conjunto de tus ojos y su contorno. Una excesiva exposicióna l sol puede tener daños irreversibles en tu retina, tenlo en cuenta.

Bruma protectora antienvejecimiento Sun Sensi SPF 50, de Payot.
Porque el sol es también el responsable de un envejicimiento prematuro, utiliza brumas y cremas que además de proteger tu piel de las quemaduras y enfermedades, evitarán que aparezcan signos avanzados de la edad.

Stick labial SPF 50 Anthelios XL, de La Roche-Posay.
Independientemente de que te maquilles, tu rostro puede sufrir daños incluso más importantes que el resto de tu cuerpo ante el sol en montaña. Utiliza un protector para que no se te resequen los labios, preferentemente con la protección SPF 50.

Controla tus pecas y lunares siguiendo la regla del A (asimetría), B (bordes irregulares), C (cambios de color), D (variaciones de diámetro) y E (evolución). El sol es su peor enemigo, así que estate pendiente de posibles cambios en su aspecto.

Si permaneces varios días en la montaña, opta por no exponerte a sol los primeros tres o cuatro días más de tres a cinco minutos. Los siguientes días puedes ir aumentando progresivamente el tiempo de exposición, sin sobrepasar nunca las dos horas seguidas. Pero si se te presenta un día intensivo, recuerda que es aconsejable evitar la exposición entre las 12 h y las 16 h y que debes reaplicar tu fotoprotector cada 30 minutos. "Opta por un filtro de amplio espectro que cubra todas las radiaciones más perjudiciales para la piel (UVB, UVA e infrarrojos)", aconseja Leonor Prieto. Por fin, es aconsjable que te hidrates muy a menudo, para evitar insolaciones.