La estrella fitness que cuenta la realidad de Instagram
Tiene 258.000 seguidores en su cuenta de Instagram (@chessiekingg), no cuenta falsedades, posa con naturalidad y abre los ojos de la realidad que se esconde detrás de Instagram.
Fan del deporte y enamorada de su trabajo. Eso es lo que transmite a través de su cuenta Chessie King, la instagramer que se ha vuelto famosa tras destapar lo que esconden sus fotos de Instagram. Realmente no lo esconde, efectivamente es una profesional en su trabajo y ganas de ayudar a los que se inspiran en su cuenta no le faltan. La cosa es cómo mostrarlo.
Tiene 258.00 seguidores y a todos ellos les ha enseñado, más de una vez, el antes y el después de alguna foto suya. Todas queremos salir perfectas en las fotos (quién no), y por eso damos con nuestra pose perfecta para cada ocasión: en la piscina, tomando el sol, selfie en tu cuarto, en el gimnasio o con tu amiga. Que si cuidado con el pelo, con la tripa, con las piernas… son miles los detalles en los que tenemos que fijarnos para salir perfectas en las fotos, pero ella ha decidido enseñar a sus seguidores sus dos facetas.
A parte de colgar tutoriales para inspirar a sus followers con diferentes ejercicios fitness, deja que soltemos alguna que otra carcajada con sus poses. También lo hace con su pareja, Andrew. Juntos, tienen una página web en la que te puedes inscribir para hacer durante 8 semanas una tabla que ayudará a fortalecer tu cuerpo y a ponerte en forma. Sus vídeos son de lo más natural, se nota que aunque alguna que otra vez sufran (como todo el mundo) haciendo ejercicio, se lo pasan bien, que es lo importante.
Si tuviéramos que sacar la moraleja de sus reportajes diríamos que lo que nos quiere transmitir Chessie es que no importa si en alguna foto sale alguna imperfección, la naturalidad debería predominar sobre ella. Al fin y al cabo, te verán en la playa con ese bikini, en el gimnasio con ese top o con esa camiseta apretada después de comer. Nadie dice que no debas posar, cada una sabe cómo salir mejor, siempre que no sea sobrepasar la realidad y llegar a lo surrealista.
Échale un vistazo a su galería, te aseguramos pasar un buen rato.

Seguramente todas lo hagamos. Cuando nos sentamos, cuando nos levantamos y sobre todo, cuando nos hacemos una foto.

Momento disparo y te quedas sin respirar y con la tripa hacia dentro como si la foto fuera a salir en portada de revista. No te ahogues, mujer.

¿No te ha pasado nunca que en el momento de hacerte una foto te entra un ataque de risa y tienes que repetirla 3 veces más?

Sí, esa foto que se hace todo el mundo en cuanto abren las piscinas o van a la playa, tiene truco.

Hasta que no salgáis bien los dos no se sube a las redes.

La moda de volver a los bikinis de los años 50 nos ha salvado, y mucho.

Siempre hay una de las dos que sale con alguna cara rara, hay que ponerse de acuerdo.

¿Alguna vez has probado hacerte una foto antes y otra después de maquillarte?

Si ya es bastante cuestionable posar en el gimnasio, imagínate hacerlo al natural.

Las manos siempre ayudan. Taparse esas "chichas" en fotos queda totalmente natural, ¿no crees?

Atenta, de puntillas y sacando culo si quieres tener un cuerpo de monumento.

Salgas bien o salgas mal, ponle empeño, sonríe y haz algún movimiento como si estuvieras en un festival.

Siempre es una buena opción si no te convence. (Por una vez que sales estupenda...)

Antes de desayunar: tripa plana. Después de comer: bebé en camino.

Inca rodilla y saca culo, sino olvídate de hacerte una foto.

Si te haces selfie en el espejo, acuérdate de bajar las persianas, cuanto menos se vea, mejor.

Apuesta por unos pantalones altos, por encima del ombligo. Parece que está en camino el pantalón por debajo del pecho.

Mejor no hacerse una foto después de comer. Y si te la haces, que sea de cara, que puede ser uno de los momentos más felices del día.