¿Quieres adelgazar? Deja de hacer esto
Estos son los cinco errores más comunes que cometemos y nos impiden adelgazar
¿Puedes creeer que estemos ya casi en Navidad? Si tú también estás pensando ya en las comidas de empresa y los turrones, te damos algunos consejos de cómo no pasarte demasiado estas fechas... y el resto del año.
Comer sin pensar
Uno de los grandes errores que se comenten a la hora de alimentarse es comer sin conocer lo que se tiene en el plato. No se trata de obsesionarse con las etiquetas e ingredientes de todos los productos, ni llenar platos únicamente con verduras. ¿La solución? Comer todo tipo de alimentos de forma variada y controlar las cantidades, así como apostar por productos frescos y alejarse de los ultra-procesados.
No establecer un plan de comidas
Improvisar a la hora de comer conlleva acabar comprando de última hora productos rápidos de preparar y no tan sanos, u optando por comer fuera de casa. ¿La solución? Fijar un calendario de comidas es la mejor manera de controlar lo que comemos y compensar excesos imprevistos. Además, agendarse un día a la semana para hacer la compra y preparar los tuppers, de esta forma se optimizará el tiempo entre fogones.
Aburrirse comiendo
Comer de forma saludable no tiene por qué ser monótono y no tenemos por qué cocinar todo al vapor. De hecho, es una práctica contraproducente puesto que el cerebro seguirá demandando alimentos con altos niveles de azúcar o grasas, al no sentirse “satisfecho”. ¿La solución? Una buena opción para compaginar es el aceite de oliva, el ajo, el limón y sobre todo, las especias. De esta forma se añadirá sabor de forma saludable.
No tener los snacks al alcance
El ya famoso picoteo aumenta cuando no disponemos de una opción saludable a mano, lo que nos lleva a decantarnos por algo rápido y no siempre sano.¿La solución? Mantener en el escritorio o frigorífico una reserva de snacks como frutos secos, yogures sin lactosa o crudités para evitar tentaciones.
El tentempié nocturno
Son muchas las veces que se hurga en la nevera a altas horas de la noche, ya sea por no poder dormir o por no haber tenido una cena suficientemente completa. ¿La solución? Dos pequeños trucos evitarán el tentempié nocturno: lavarse los dientes (la sensación de limpieza evita que queramos comer más) o un vaso de leche caliente antes de acostarse, el cual relajará el cuerpo y la mente. Si optamos por la opción sin lactosa (a nosotras nos encanta Kaiku, la marca de lácteos sin lactosa más amplia del mercado) aligeraremos la digestión nocturna.

No caigas en la tentación de la comida ultra-procesada, cuenta hasta diez cuando te apetezca zamparte un trozo de pizza y elige una opción más sana.

Organízate y todo será más fácil.

Elige platos de colores y descubre nuevas y sanas opciones.

Ten tu despensa llena de opciones saludables por si te entra las ganas de picar entre horas.

Un yogurt sin lactosa puede ser la opción perfecta para antes de acostarse.