
Estos son los fallos que cometes con la alimentación cuando haces deporte
Expertas en nutrición y deporte dan consejos con base científica para mejorar el rendimiento deportivo sin arriesgar la salud
Cada vez hay más personas que practican deporte y asumen retos deportivos cada vez más exigentes. Maratones, carreras de montaña o trails ya no son actividades exclusivas de los deportistas de élite. . Una dieta alimentaria adecuada es básica para mejorar el rendimiento deportivo sin dañar la salud a largo plazo. Anna Bach y Laura Esquius, expertas en nutrición y deporte y profesoras de los Estudios de Ciencias de la Salud de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), han editado el libro "La alimentación en la actividad física y el deporte" para poder resolver las dudas relativas a esta cuestión con una base científica.
Uno de los elementos clave para la práctica del deporte es la hidratación, ya que que una pérdida de agua de solo el 2 % del peso corporal reduce la capacidad de rendimiento en el 20-30 %. "Es importante beber agua a partir de 30 minutos desde el inicio del esfuerzo físico para compensar la pérdida de líquidos y después de una hora se hace imprescindible", explica Bach, directora del máster universitario de Alimentación en la Actividad Física y el Deporte de la UOC. Además: "la hidratación antes, durante y después de la práctica deportiva es clave para prevenir lesiones, sobre todo musculares y articulares", afirma Bach, que también es miembro del grupo de investigación FoodLab de la UOC.
Sin embargo, la rehidratación no debe incluir solo agua. "Hay que incluir en la recuperación de líquidos sales minerales e hidratos de carbono para un restablecimiento inmediato de las funciones fisiológicas cardiovascular, muscular y metabólica del organismo", explica Laura Esquius, profesora del mencionado máster y también directora del posgrado de Nutrición, Rendimiento Deportivo y Salud de la UOC. Así, es aconsejable que las bebidas después del ejercicio lleven sodio e hidratos de carbono, tales como glucosa o sacarosa.
Además del sodio, que regula el agua en el organismo, es muy importante que la dieta ayude a mantener un buen nivel de otros minerales. Entre los oligoelementos, se ha demostrado que el zinc es clave para regenerar el daño muscular causado por el ejercicio y que un déficit de calcio puede generar calambres, entre otros problemas.
La anemia es uno de los principales limitadores del rendimiento y la recuperación, por lo que hay que prestarle mucha atención, especialmente en el caso de los deportes de resistencia y de las personas vegetarianas y las mujeres deportistas.
También hay que estar muy alerta ante los trastornos de conducta alimentaria. Beatriz Galilea, psicóloga y profesora colaboradora de la UOC, explica que "sabemos que hay un porcentaje de deportistas preocupados por su imagen corporal, su peso y la influencia que tiene en el rendimiento deportivo" la de estos y a una mayor fragilidad de los huesos, con riesgo de lesiones. Es lo que se conoce como la "tríada de la mujer atleta". Sin embargo, los trastornos de conducta alimentaria "ya no afectan solo a la población deportiva femenina: también los encontramos entre deportistas masculinos de alto nivel", explica Galilea.
Estos y otros factores forman parte de los nueve errores de la nutrición deportiva que han identificado las expertas. Si quieres identificarlos, echa un vistazo a nuestra galería.

Hay que encontrar el equilibrio entre calorías gastadas e ingeridas. Consulta a un profesional en nutrición para salir de dudas.

Muchas calorías vacías y cero nutrientes. Evita consumirlo en la medida de lo posible.

Ya sabes, dos litros como mínimo al día para permanecer hidratado.

Principalmente calcio, zinc y hierro y vitaminas especialmente del complejo B.

No solo te ayuda a estar saciada, también regula el tránsito intestinal.

Las verduras son esenciales para completar tu dieta en micronutrientes.

Dietas hiperproteícas como la Dukan han hecho mucho daño. Comer solo carne no es sano, métetelo en la cabeza.

Lo mismo de antes, no es sano pasarse con el bacon ni las grasas, por muy saludables que sean (véase aguacate). Busca el equilibrio entre nutrientes.

Errores en las programaciones de las ingestas respecto a las cantidades y a la distribución horaria.