10 cambios sencillos en la dieta que ayudan a perder peso
Hay pequeños cambios que podemos introducir en nuestro plan de alimentación que ayudan a perder peso. ¿Te animas a probarlos?
Perder esos kilos de más resulta para muchas de nosotras una misión casi imposible. A menudo, nos embarcamos en dietas de lo más estrictas y en programas de ejercicio físico muy duros y difíciles de llevar a cabo que lo único que consiguen es que desistamos de nuestro empeño y que nos refugiemos en una serie de Netflix y un montón de helado de chocolate.
Vale, igual nos hemos pasado un poco... pero, ¿quién no se ha levantado un lunes decidida a llevar a cabo la dieta y se ha acostado a los tres días habiéndose saltado el régimen y sin haber pisado el gym? Todos los expertos coinciden en que lo más importante es adoptar unos hábitos alimenticios que nos permitan no llevar una dieta, sino un estilo de vida saludable y práctico a largo plazo. Por este motivo, no hay que tirar la toalla, y es que realizando simplemente algunos pequeños y sencillos cambios en nuestra alimentación diaria podemos perder peso sin tener que estar a dieta.
Sin saberlo nuestra mejor intención por mejorar toda nuestra alimentación se convierte en nuestro mayor obstáculo, pues intentar cambiar todas tus decisiones de comida de un día para otro genera estrés y frustración, lo que te hace renunciar al poco tiempo. Piensa que la alimentación diaria es un conjunto de hábitos, y la única forma de tener resultados a largo plazo es empezando a cambiar esos hábitos, uno por uno y poco a poco.
Una de las cosas que puedes hacer es comenzar a tomar más fibra. De hecho, un estudio respaldado por el National Heart, Lung and Blood Institute de Maryland, y publicado en 'Annals of Internal Medicine', confirma lo que se sospechaba, que la fibra ayuda a perder peso. Otra de las claves es no consumir más calorías de las que sepas que vas a quemar, y prestar mucha más atención a la hidratación y a los líquidos que bebas. Si tú quieres cambiar tus hábitos de alimentación para comer más saludable, controlar tu peso y sentirte mejor, presta atención porque este artículo es para ti. ¡Toma nota!

Es muy importante cuidar la hidratación en cualquier época del año, pero cuando se acerca el verano, más, ya que las temperaturas son más altas, solemos estar más activas y perdemos más líquidos. No esperes a tener sed para beber: debes hacerlo antes. La base de tu hidratación debe ser el agua, pero también puedes añadir a tu dieta los zumos de frutas y hortalizas y las cremas de verduras.

Escoge alimentos de temporada, ya que de este modo aprovecharás al máximo los nutrientes de cada comida. Además, ahorrarás en la compra, ya que cuando compramos productos que están fuera de temporada, los precios son más elevados. Incluye las verduras en todos tus platos y haz que frutas y verduras sean los protagonistas de tu dieta. Melón, sandía, piña, albaricoques, calabaza, judías verdes, zanahoria, berenjenas…¡que no falten en tus platos!

Muchas veces cocinamos más cantidad de la que deberíamos y eso hace que comamos más. Calcula bien las raciones para cada comida: no debes pasar hambre, pero tampoco comer más de lo que necesitas.

Escoge siempre alimentos bajos en grasas: apuesta por carnes magras como la de conejo o pollo, recurre a los mariscos y los pescados ligeros, lácteos desnatados, cereales integrales, etc...

Recurrir a las especias ayuda a evitar sazonadores grasos, salsas y abuso de sal, que hacen coger kilos. Además, las especias potencian el sabor de los alimentos, por lo que tendrás mayor sensación de saciedad.

Muchas veces pensamos que adelgazaremos si dejamos de comer o nos saltamos comidas como el desayuno. Nada más lejos de la realidad: es importante comenzar el día con alimentos saludables que te aporten energía durante toda la mañana. La avena o el aguacate es una buena opción.

Muchas veces el problema está en cómo combinamos los alimentos que tomamos. Evita mezclar proteínas con almidones (por ejemplo carnes con patatas o arroz, pollo con arroz, etc). Tampoco combines muchas proteínas distintas en la misma comida (como carne y huevo, carne y pescado, etc)

Aunque en la comida y en la cena tomemos alimentos sanos, la dieta puede irse al garete si picoteamos de forma poco saludable entre horas... Si te pica el gusanillo, escoge opciones saludables como frutos secos o fruta.

Evita el alcohol en la medida de lo posible, ya que solo aporta calorías vacías. Si vas a salir y quieres tomarte algo con alcohol, mejor opta por vino o cerveza. Las copas aportan muchas calorías y azúcar.

No nos cansamos de decirlo... una buena alimentación debe ir acompañada siempre de práctica de ejercicio físico y de una vida más o menos activa. ¡Muévete!