5 razones para cenar pronto

La recomendación de los expertos es cenar siempre entre 1 y 2 horas antes de acostarse, de este modo el estómago puede hacer bien el proceso de digestión, ya que cuando estamos tumbados, le cuesta más procesar los alimentos.
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Si nos acostamos nada más comer, la digestión será peor y dormiremos con interrupciones, molestias y sin descansar bien.
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Si cenamos y dejamos pasar un par de horas antes de dormir, probablemente haremos algo por casa, nos levantaremos a coger cosas, etc. es decir, favoreceremos el proceso de quemar grasa. Si nos dormimos nada más cenar, acumularemos calorías que el organismo no quema.
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Cuanto más tarde cenemos, llegaremos con más sensación de hambre y se hará más difícil resisitir la tentación de tomar alimentos grasos, poco saludables o caer en los caprichos.
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Si dejamos la cena para muy tarde, después de una larga jornada, es bastante probable que no tengamos ganas de cocinar nada y nos conformemos con lo primero que pillemos, que no suele ser lo más sano, ni lo menos calórico y, sobre todo, no es una buena alimentación.
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