Los alimentos que más dañan tu cerebro
Dejamos a un lado la manida operación bikini y vamos a repasar los alimentos que peor sientan –no a tu cuerpo- sino a tu mente. Y ojo: porque muchos coinciden.
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Edulcorantes artificiales
Se sabe que tomar edulcorantes artificiales (incluimos en este apartado también conservantes y colorantes) durante mucho tiempo, puede provocar daños cerebrales y problemas con la capacidad cognitiva.
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Azúcares añadidos
El azúcar no sólo afecta al corazón. Su consumo a largo plazo perjudica a la memoria y puede causar problemas neurológicos. Ojo con dar mucho azúcar a los niños, ya que reduce la capacidad de aprender.
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La comida rápida
El fast food provoca cambios químicos en nuestro cerebro. Si dejamos de consumirlos, podemos sentir ansiedad y depresión (¡igual que un síntoma de abstinencia!). Comer comida rápida más de 3 o 4 veces a la semana –además de obesidad- mermará tus funciones cognitivas y, como afecta en la producción de dopamina- también disminuirá tu motivación.
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Alimentos procesados
Se sospecha que abusar de comida procesada o precocinada eleva el riesgo de desarrollar Alzheimer.
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Las grasas trans
El consumo de grasas trans se vincula con la contracción del cerebro, lo que merma nuestra respuesta cerebral y aumenta el riesgo de sufrir un derrame. También se estudia su influencia en el Alzheimer.
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La cafeína
Tiene su lado positivo, ya que nos pone en estado de alerta, pero la ingesta excesiva de cafeína puede provocar dolor de cabeza, ansiedad y trastornos relativos al sueño.
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La fructosa
Es el sustituto del azúcar. La fructosa obstaculiza el funcionamiento de las células del cerebro, repercute directamente en nuestra memoria.
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La sal
No solo afecta al corazón y a la presión arterial, el exceso de sal provoca mala salud vascular, lo que a su vez ralentiza nuestra capacidad cognitiva.
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El glutamato monosódico
El denominado GMS se usa como potenciador de sabor y es muy frecuente en la comida asiática. Sin embargo, su química sobreexcita las células de nuestro cerebro. La ingesta excesiva puede provocar dolores de cabeza, fatiga, desorientación y depresión.