Nunca me canso de afirmar que una de las cosas que más me fascina del universo de los perfumes es su capacidad de sorprenderme. Por supuesto, cuanto más conocimiento almaceno en mi nariz (y en mi cerebro), más complicado me resulta dar con una composición que rompa mis esquemas. Por este motivo, cada vez que me sitúo ante una fragancia que despierta algo nuevo en mí, no puedo evitar hablar de ella. Mi último crush ha sido Aldebaran de Marc-Antoine Barrois, un perfume nada fácil (en el mejor sentido de la palabra) con el que es imposible pasar desapercibida.
Hablando con el fundador de la firma, el propio Marc-Antoine Barrois, me confesó que Aldebaran es una de esas fórmulas por las que te preguntan sin parar. Te puede gustar más o menos, eso es cuestión de gustos, pero su aroma es único, y es el detalle que más valoro. Cuando hablo de perfumería nicho, espero encontrar matices inesperados y riesgo, mucho riesgo, algo que este perfume que homenajea al nardo más salvaje logra con creces.
Un perfume tan complicado como maravilloso
Aldebaran de Marc-Antoine Barrois, una esencia con la que (sí o sí) marcar la diferencia
En líneas generales, no soy fanática de las composiciones florales, pero este perfume se escapa de toda convención. En este caso, es un baile de absoluto de nardos, acorde de páprika (más conocida en nuestro país como pimentón), mate y haba tonka. El rey absoluto es el absoluto de tuberosa, una esencia compleja, salvaje, complicada, alcanforada, opulenta, oscura. Una flor blanca carnal, verde y especiada que, en mi nariz, presume de un aroma animálico muy especial. Asimismo, la páprika aumenta la sensación especiada, mientras que el haba tonka suaviza la composición gracias a su perfil dulce, cálido y cremoso. Finalmente, el mate es seco, herbal y un tanto ahumado.
Aldebaran no es para todo el mundo y ese es el elemento que lo diferencia de los demás. Tiene una potencia abismal y su aroma se fija con dureza en la piel. De hecho, lleva más de 24 horas en mi muñeca y aún percibo su olor. Sin lugar a dudas, no es una fragancia para comprar a ciegas, así que recomiendo probarla antes de lanzarse a por el fulls size. Eso sí, si te apasionan los perfumes florales nicho que huyen de los aromas típicos de la primavera, te enamorarás de esta fragancia de Marc-Antoine Barrois en la primera pulverización. El precio de los 100 ml es de 200 euros en Isolée.
Otros perfumes con absoluto de nardo
Tubéreuse Absolue Extrait de Perris Montecarlo
Tubéreuse Absolue Extrait de Perris Montecarlo es otro de los perfumes que muestra la parte más carnal del nardo. Una mezcla de bergamota, cardamomo, gardenia, madera de Cedro y vetiver (entre otros) que se posiciona como un floral con un carácter imparable. El precio es de 180 euros.
