
¿Sabes cómo sacarle todo el partido posible a tu perfume?
¿Quieres conseguir que tu fragancia se convierta en tu seña de identidad y saber cómo conseguir que dure más? Atenta.
No puede faltar en tu rutina de belleza este “pschit” mañanero que más que perfumar tu piel, marca tu personalidad. Y es que pese a tu esmero y pasión por sus notas olfativas (y algunos retoques a lo largo del día), no consigue perdurar su olor. A las pocas horas, apenas puedes notar su huella y acabas por rendirte ante tu olor natural. ¿Pero a qué se debe este fenómeno? Cada piel es distinta, y sobre todo “viva”, en el sentido de que no reacciona de la misma manera ante algunas notas y hace evolucionar la fragancia con el paso de las horas. De ahí la percepción muchas veces distintas de un mismo perfume de una persona a otra. Puede tener más explicaciones: si llevas el mismo perfume desde hace años, puede que ya ni siquiera lo identifiques, contrariamente a los demás.
Para remediar este pequeño drama, existen algunos trucos sencillos que puedes fácilmente aplicar en tu día a día. Ten en cuenta que cuidar tu piel suele ser la clave. Hidrátala hasta la saciedad, y procura permanecer atenta a sus cambios. Será tu mejor indicadora. Conseguir que el olor perdure depende también de las zonas perfumadas: Coco Chanel solía decir que una debía perfumarse donde quisiera que la besaran. Cuello, muñeca… tantas zonas de calor corporal natural que captarán más intensamente la esencia de la fragancia. Tampoco te sorprenderá saber que el cabello puede ser una fuente de olor constante: con tan solo un toque en tu melenaza, podrás difundir durablemente y a lo largo del día tu perfume favorito. ¿Por qué no combinar tu perfume corporal con tu perfume para el cabello? Conseguirás potenciar naturalmente tus notas favoritas.
Descubre sin esperar los mejores trucos para sacarle el máximo partido a tu perfume, y no dejar que se evapore a las pocas horas. Porque sí, al ser también parte de identidad, no puede dejar de cobrar fuerza y protagonismo en tu día a día. ¡A por ello!

No hace falta echárnoslo por todo el cuerpo, con un par de puntos estratégicos, como el cuello y las muñecas, estará bien. Si rocías el perfume en tobillos y pantorrillas, ascenderá y se dejará notar durante todo el día.

Con este gesto tan común y extendido lo único que conseguimos es que la fragancia de disipe rápidamente.

Si no quieres que la fragancia se note intensamente, dirige el spray hacia arriba y pulveriza unas gotas en el aire justo encima de ti. Su fragancia se impregnará ligeramente en tu cuerpo.

Al salir de la ducha y antes de comenzar a vestirte, rocíate con el aroma, ya que la humedad ayudará a retener la fragancia; además, evitarás que la ropa o las joyas se manchen con el perfume.

¿No lo conoces? Impregna el algodón de los bastoncillos con tu aroma favorito y guárdalos en una bolsa de plástico con un cierre zip. Así, podrás llevarlos en el bolso a todas partes y retocarte con ellos antes de una cita o reunión importante.

Necesitas una loción hidratante o vaselina no perfumada. Aplica un poco de uno de estos dos productos en la zona donde vayas a pulverizar tu colonia antes de hacerlo, ya que así captará la fragancia y la mantendrás durante más tiempo en tu piel.

La crema hidratante también te ayudará si tu perfume está a punto de acabarse, pues solo tienes que echar los restos en el bote para que la crema pase a tener una fragancia exquisita.

Los hair mist o perfumes específicos para cabello existen por un motivo, y es que rociar con una fragancia normal tu melena hará que esta se estropee rápidamente y se reseque por culpa del alcohol.

¿Quieres que resistan el paso del tiempo sin perder ninguna de sus propiedades? Guárdalos en un lugar fresco y seco. ¿Un truco deco? Si tienes varios, colócalos en un soporte para tartas, lucirán mejor.

Para que tu ropa huela a tu fragancia favorita, coloca papel de seda en tus cajones y echa el perfume en él. Además, si quieres disfrutar de un sueño reparador y olfativo, rocía tus sábanas con él antes de hacer la cama, por la noche, lo agradecerás.

El perfume aguanta mejor en una piel hidratada que en una piel seca. Tras la ducha, aprovecha para untarte todo el cuerpo con un producto, de preferencia, de la misma gama o de notas olfactivas parecidas al de tu perfume para potenciar los efectos.

Si de verdad no encuentras la manera de que tu fragancia quede impregnada en tu piel, prueba con un perfume sólido. El olor es mucho más resistente.