Cayetana de Alba, la Duquesa libre

Ha muerto a los 88 años la Duquesa de Alba, siempre inconformista y amante de la libertad. Repasamos en imágenes la vida de una mujer que sólo se preocupó por ser feliz ella misma, sin importar el qué dirán, y lo demostró con su estilo personal y su modo de vida.
Por Carmen Pérez.

María del Rosario Cayetana Fitz-James Stuart y Silva, su nombre completo, nació en 1926. De adolescente, vivió en Londres con su padre para luego volver a Madrid. Se casó con Luis Martínez de Irujo y Artázcoz por indicaciones de su padre (algunos sostienen que por obligación), aunque en esa época ya era conocido que poseía una fuerte personalidad.

Su espíritu libre y un poco bohemio marcó siempre sus decisiones. Disfrutar de la vida al máximo en compañía de los suyos fue siempre su gran filosofía.

Y es que Cayetana nunca fue una duquesa al uso. Sabiendo cuándo mostrar su lado más serio, la Duquesa de Alba era una persona alegre, enamorada de la fiesta, a la que le encantaban las reuniones sociales más informales.

Fue una gran embajadora para España en el exterior, ya que era conocida de grandes personalidades. A Jackie Kennedy le unió una gran amistad durante muchos años, y era frecuente verlas juntas en fiestas.

Pero esta faceta social de Cayetana no le hizo en ningún momento descuidar su faceta familiar como madre. Durante años actuó como lazo de unión de sus hijos y familiares, y ya en los últimos años, de todos sus nietos.

Y es que la importancia de promover y preservar el legado familiar de los Alba también fue una constante a lo largo de su vida, y es que es uno de los más importantes de la historia de España. Ella misma era cinco veces duquesa, dieciocho veces marquesa, veinte condesa, vizcondesa, y catorce veces Grande de España. Lo llegó a ser dieciocho veces, pero luego cedió varios títulos a sus hijos.

La Duquesa se quedó viuda en 1972. seis años después, demostró que no había renunciado al amor y se casó con Jesús Aguirre, lo que fue toda una revolución al hacerlo con un ex-sacerdote e hijo de madre soltera, por lo que una parte de la sociedad de la época no lo aceptó. Cayetana obvió la polémica y demostró que su felicidad estaba por encima de todo.

Tras morir Jesús en 2001, muchos dieron por sentado que Cayetana renunciaría al amor. Sin embargo, en 2011 y con nada menos que 85 años, Cayetana de Alba se casaba por tercera vez, una boda no exenta de polémica que fue tachada como irreal por mucho medios. El elegido fue Alfonso Díez, con el que la Duquesa disfrutó de unos años de felicidad y disfrutó de su mayor afición: viajar por el mundo.

Hace unas semanas, la Duquesa de Alba era fotografiada en la que sería su última aparición pública. Cayetana ha muerto en Sevilla, la ciudad adoptiva que ella consideraba su hogar, rodeada de su familia y amigos. Nos deja a todos un gran legado no solo histórico, sino también de vida, ya que nos ha enseñado que se puede ser feliz a cualquier edad.