Los hits de belleza de Amanda Seyfried

Su interpretación como hija de Meryl Streep en la película Mamma mia! (2008) la catapultó a la fama, aterrizando de pie en la nueva generación de actrices que esconden un fuerte carácter detrás de unos rasgos dulces. La actriz es de esas mujeres genéticamente envidiables que ama los buenos hábitos.
Por Rocío Aguilera.

"Tengo la suerte de vivir al lado de un parque donde voy a correr. Los días que no salgo, levanto pesas con mi entrenador. Este año tengo el cuerpo más atlético que el anterior y me encanta notar los resultados", dice la actriz.

"Mis gustos con las fragancias van cambiando, incluso tuve una etapa en la que no usaba, pero ahora me gusta sentir cómo una fragancia puede darte una inyección de confianza. Utilizo Very Irresistible L’Eau en Rose, de Givenchy (92,50 €; 75 ml), porque me hace sentir una mujer real".

"Mis pestañas siempre han sido rubias, así que empecé a usar máscara en cuanto me dejaron mis padres. Cuando era más joven utilizaba la firma Maybelline, pero ahora me gusta mucho The Mascara, de Clé de Peau".

"La nutricionista Kimberly Snyder ha cambiado mi vida. Ella me recomendó la licuadora Vitamix y cada mañana trituro una bolsa entera de espinacas, junto con un limón, apio y un plátano o una manzana. Es mi mejor desayuno".

"La mejor forma de cuidar mi piel es limpiándola bien de noche y de día. Después la hidrato con la emulsión nutriente de la firma Clé de Peau".

"Para una cita especial me pinto las uñas con algún esmalte en tono nude, como el Le Vernis nº 2, de Givenchy (24 €). También me rizo las pestañas y perfilo las cejas. Los labios rojos me dan, siempre que puedo, un toque glamuroso, pero si decido pintármelos, no me olvido de llevar un espejo en el bolso".

"Normalmente trato de comer sano, aunque no pierdo el tiempo contando las calorías. Nunca diría 'no' a un buen queso".

Amanda nació en Pennsylvania (Estados Unidos) en 1985 y desde muy joven demostró dotes para la interpretación.

"No me lavo el pelo todos los días y nunca uso mascarillas, pero sí soy fan de los aceites que hidratan y aportan brillo como el elixir Sheer Blonde, de John Frieda".