Los looks más aburridos de la reina Letizia: cuando va de 'working queen'
Cierto es que –cuando trata de innovar- la reina recibe críticas, pero qué decir de sus looks tan neutros y clásicos. Repasamos los looks más aburridos de Letizia Ortiz. ¿Cuál te gusta menos?
¿Formal o aburrido? Esta parece ser la principal incógnita al observar los looks más clásicos de la reina Letizia. Si, nuestra monarca es capaz de apostar por lo mejor: modelitos de ensueño, de diseñadores como Felipe Varela, de cortes y colores distintos que se ciñen a la perfección a su estilo… pero también por lo peor. Recordamos algunos errores estilísticos de la reina en ciertas apariciones públicas, como dudosas combinaciones de joyas y accesorios, pero cabe especialmente recordar la elección de trajes muy formales que no dejan demasiado lugar a la excentricidad. Somos plenamente conscientes del peso del protocolo, pero seamos sinceras, un poquito de originalidad no hubiera sido de más. ¿Letizia, por qué?
Entre los looks más clásicos de working girl cabe recalcar la omnipresencia del gris, color neutro por excelencia, que se adapta a todas las situaciones. Pero también del azul, considerado básico a la hora de vestir para una ocasión formal. Si bien es cierto que la reina Letizia operó un cambio visible en los últimos años en cuanto a la elección de sus conjuntos, algunos llegando incluso a ser sexy y atrevidos, no llega al nivel de la duquesa de Sussex, Meghan Markle, quien consigue brillar pese a las estrictas normas impuestas por la Casa Real. Sí la esposa del príncipe Harry se atreve con un color como el negro para sus uñas y por supuesto vestidos modernos, siempre fieles a su estilo.
Repasamos algunos de los looks más formales elegidos por la reina Letizia en actos oficiales. Entre trajes de pantalón, faldas por debajo de la rodilla y total looks de lo más sencillos, no cabe la menor duda de que Letizia se esmeró en respetar escrupulosamente las normas. ¿Cómo nos sorprenderá en el futuro? Aunque aplaudamos la elección de estos conjuntos formales en actos más específicos, hemos de confesar que somos más fans de la versión cañera de la reina. Sí a los estampados y a los colores en cualquier circunstancia.

La rentrée de la reina fue de lo más formal con un conjunto bicolor que no dejaba lugar a mucha extravagancia.

La reina solo se atrevió para el X aniversario del premio 'Integra' de BBVA con pantalones de cuadros, combinados con una sencillísima blusa blanca y un abrigo negro largo.

La reina lució en varias ocasiones este conjunto gris oscuro, que no dejaba lugar a la originalidad.

La reina suele apostar, por protocolo, por trajes básicos en sus comparacencias en el Palacio de la Zarzuela. Nos dejó algunos conjuntos como este.

Otro conjunto que no dejaba demasiado lugar a la imaginación fue el elegido para la entrega de premios Jaime I en Valencia. Azul, básico y con falda, fue uno de los modelos más sencillos elegidos por la reina Letizia.

Algunos acontecimientos más formales no apelan a outfits llamativos. Fue el caso del encuentro de la reina con miembros de la Asociación Española de ELA. La monarca prescindió de joyas.

El rojo siempre cobra protagonismo en los looks en el armario de la reina. Aunque opte por un look de working girl, no deja de apostar por él. Eso sí, sin más adornos.

La reina se atreve con todo, incluso con el total look azul. Así lo pudimos comprobar en el marco de la inauguración del Palmetum de Santa Cruz de Tenerife.

Pese a los looks muy formales elegidos por la reina, siempre se invita por pinceladas un toque de color, como en esta ocasión en el marco de su visita a la exposición "El trazo español en el British Museum".

Pudimos observar cómo, en algunas ocasiones, los reyes optaron por un conjunto a juego. Una de las más memorables fue la inauguración del Telescopio Observatorio de Yebes.

El color básico por excelencia es uno de los predilectos de la reina. En su versión de punto, encaje, lana... no suele fallar en actos oficiales como el acto de investidura de Doctores Honoris Causa.

¿Y los complementos? También resultan en algunas ocasiones excesivamente formales como este bolso, elegido para los actos por el 25 aniversario de los Premios Príncipe de Asturias.