
La reina Sofía siempre será nuestra favorita (y te contamos por qué)
Aunque la reina emérita haya pasado ahora a un segundo plano, siempre será la monarca más querida por los ciudadanos. Y no lo decimos nosotras, sino las encuestas.
Doña Letizia y la reina Sofía cumplen al dedillo con ese estigma que muchas suegras y nueras viven cada día: se odian. Los rumores son malos, lo sabemos. Y cotillear también, pero últimamente, los hechos hablan por sí mismos. Y si nosotras tenemos que elegir entre las dos reinas... creemos que nos quedamos con Sofía por muchas razones. Vale que compartir título con tu sugra no debe de ser lo mejor del mundo... pero, no nos engañemos, desde que Doña Letizia empezó a salir con el príncipe (ahora rey) sabía dónde se metía. Sino, que se lo digan a Meghan Markle, que no puede jugar al monopoli y encima, Isabel II dicta la hora a la que se va a la cama (¿Protocolo exigente? No, qué va).
Atrás -más o menos en el medievo- quedaron aquellas palabras de Letizia en el anuncio de su compromiso donde alababa a su suegra. Ahora, sus desplantes son lo más comentado del panorama nacional y parece que los trapos sucios ya no se lavan en casa, si alguna vez lo hicieron. Uno de los principales problemas entre ambas es lo poco que la abuela ve a sus dos nietas, Leonor y Sofía. ¿Lo peor? Que cuando las ve, los encuentros siempre están supervisados, cosa que no pasa con Paloma Rocasolano, la madre de Letizia. Las desavenencias más sonadas, al parecer, siempre se han producido en Malloca, la residencia de verano de la familia real. Letizia ha llegado a decir en alguna ocasión que eso no son vacaciones; y los incidentes de los caramelos de anís y de las ensaimadas se oyeron por toda Palma. Nadie se salvó de los comentarios. Por eso, y porque el amor de una abuela es incomparable somos #teamSofía, ya que Letizia, en muchas ocasiones, no se ha comportado de acuerdo a su posición como reina en funciones. Aunque este año las sonrisas cómplices en el Palacio de Marivent han sido incontables, creemos que Nóos (veáse el guiño) es más que una estrategia para amainar -si se puede- lo sucedido en la pasada Misa de Pascua.
Es cierto que Letizia no nació para ser reina y aprendió como el que dice mal y rápido el oficio. Pero Doña Sofía fue educada desde pequeña para serlo algún día. Y siempre ha sido uno de los referentes en la monarquía española por muchas razones: su saber estar, su elegancia y sobre todo, su serenidad a la hora de enfrentarse a los escándalos. Admitimos que enterarte de que tu marido se ha ido a cazar elefantes con una amiga íntima no debe de ser fácil, pero la reina, en todo momento, decidió que los conflictos se solucionaban en la intimidad y no a ojos de media España pegada a la televisión y posando en mitad de una iglesia.
Su figura como amante de la cultura, de las artes y de las causas sociales es una de las cosas que más admiramos, y además, es vegetariana debido al amor que le tiene a los animales. No hay sarao deportivo en el que la reina emérita no reparta un premio. Es también el fiel reflejo de que uno se puede sentir español siendo de otras partes del mundo. Incluso ahora, cuando la casa real española se encuentra en su peor momento, la reina Sofía es la más querida -incluso por encima del rey Juan Carlos y de Don Felipe- por los españoles según las encuestas.
Si los ciudadanos también están con Sofía... por algo será.

A pesar de las adversidades, se ha dedicado 100% a sus funciones como reina en todo momento y con mucha entrega.

A pesar de los casos de corrupción o de las "amigas íntimas del rey", la reina Sofía siempre ha sido una buena representante de la corona.

Para la reina la familia es muy importante. Mantiene una estrecha relación con sus hijas, su prima y su hermana Irene.

Es una de las caras más solidarias de la monarquía. Es la presidenta ejecutiva de la Fundación Reina Sofía, de la Fundación de Ayuda contra la drogadicción, del Real Patronato sobre la Discapacidad y de la Escuela Superior de Músicas, entre otras asociaciones.

Tiene una relación muy estrecha con sus nietos, sobre todo con Felipe y Victoria con los que ha disfrutado mucho ya que fueron sus primeros nietos.

Siempre se ha vestido acorde a la ocasión, de manera sobria y derrochando elegancia.

Es griega de nacimiento y siempre ha hecho alarde de ello, pero se siente española y lo enseña allá dónde va. Muestra de que se puede querer a más de un país.

Los gestos de cariño (a pesar de los accidentes) son abundantes con sus dos nietas pequeñas.

Siempre ha sido discreta y recelosa con su vida privada y nunca hemos visto un gesto incorrecto o una mala cara. Prueba de que los problemas, se solucionan de puerta para dentro.

Tiene un compromiso muy amplio con la cultura, la literatura y el arte de nuestro país, pero también con el extranjero.

Su cordialidad y su cercanía son dos de sus puntos fuertes cuando la podemos ver en público.

La reina es vegetariana debido a su amor por los animales.