
El último capricho de Marta Ortega: un pazo de 3 millones de euros
El Pazo de Aián, en A Coruña, es la nueva adquisición de Marta Ortega como segunda residencia. Cerca del pazo de su padre, Amancio Ortega, y en el corazón de su Galicia natal, la futura presidenta de Inditex ha encontrado el lugar en el que descansar y ver crecer a sus hijos en una construcción del siglo XVIII con capilla y laguna propias.
Queda poco más de un mes para que Marta Ortega se convierta en una de las mujeres más influyentes del mundo. Será el próximo 1 de abril cuando releve formalmente a Pablo Isla como presidenta de Inditex y empiece entonces un camino para el que lleva toda la vida preparándose. La sucesora natural de Amancio Ortega será por fin la número uno de la compañía gallega, pero también la hija orgullosa de sus raíces y los valores que le ha inculcado su padre. Amante de su tierra, de su gente y de la discreción como forma de vida, Marta Ortega estrenará cargo, pero también una residencia a la altura de la figura empresarial en la que va a convertirse: un pazo con mucha historia en la localidad de Cambre (A Coruña) por el que ha pagado 3 millones de euros.
Según una información adelantada por La Voz de Galicia, fue el pasado verano cuando Marta Ortega se decidió a comprar el Pazo de Aián, muy próximo al que tienen sus padres, Amancio Ortega y Flora Pérez, en Santiago de Sigrás, ambos en A Coruña. El pazo tiene una edificación original que data del siglo XVIII, si bien el siglo pasado se le añadieron unas galerías de nueva construcción. De estilo neoclásico, está inmerso en una espectacular zona boscosa y, en su parte trasera, posee una laguna. Tiene capilla propia y toda la independencia que la familia Ortega busca para su vida.
Tal y como confirman fuentes cercanas a la familia, el objeto de la compra de este pazo es el de convertirlo en una segunda residencia para fines de semana y tiempo libre. Marta Ortega y Carlos Torretta tienen fijada su residencia en el paseo marítimo de A Coruña junto a Amancio -de 9 años, nacido del primer matrimonio de la empresaria con el jinete Sergio Álvarez- y la pequeña Matilde, nacida en 2020. Su trabajo al frente de la compañía que fundó su padre y que tiene su sede en Arteixo la obligan a tener su base de operaciones en su Galicia natal.
Compromisos y viajes de por medio, A Coruña es el hábitat escogido y elegido por Marta Ortega para ser feliz.

Ahí conserva a sus amigos de la infancia, con los que todavía suele salir a tomar algo el fin de semana después de las largas jornadas de trabajo en Inditex de lunes a viernes. Lo aprendió de su padre, quien, a sus 85 años y pese a haber dado un paso atrás en la dirección del grupo, sigue yendo a diario a las oficinas. Ella, en su tierra, es una más y hace una vida totalmente normal. Allí encuentra el anonimato que anhela y en el que la educaron sus progenitores.

Su marido, Carlos Torretta, ha dejado su vida en Madrid para instalarse junto a ella aunque son muchos los viajes del matrimonio a la capital para cumplir con diversos compromisos. No obstante, en Madrid tienen un segundo hogar que han estrenado recientemente.

Ahora, en el Pazo de Aián, Marta Ortega estrenará también nueva vida familiar en otro trocito de su Galicia querida, donde podrá ver crecer a sus hijos y retirarse a descansar. Según La Voz de Galicia, fue decisión suya que le entregasen el pazo vacío de muebles tras comprarlo el pasado verano. Se lo adquirió a los descendientes de la familia que lo construyó originalmente, Torres Sanjurjo, pero quiere convertirlo en un hogar desde cero, con su impronta y su sello.

No en vano, el grupo Inditex que está a punto de liderar tiene en su marca Zara Home un claro reflejo de la personalidad y el estilo de la empresaria, sobria y vanguardista a la vez, que probablemente traslade a los rincones de su nuevo hogar.

Marta Ortega ha residido siempre junto a sus padres en A Coruña y, tras su boda con Carlos Torretta el 16 de noviembre de 2018, supo que nada cambiaría para ella.

Cabe destacar que, en Madrid, la pareja acaba de estrenar otra casa en el barrio de Salamanca.

Por su parte y con anterioridad, Carlos residió en Nueva York los años previos a su relación con la hija de Amancio Ortega.