Iker Casillas, un año después de su peor momento

El 1 de mayo de 2019 la vida de Iker Casillas dio un giro de 180 grados tras sufrir un infarto agudo. Fue durante un entrenamiento en el Oporto cuando se comenzó a encontrar indispuesto. Inmediatamente le trasladaron al CUF Porto Hospital para que le atendieran lo antes posible. Finalmente, el club portugués confirmo que se trataba de un problema cardíaco y que Iker Casillas fue sometido a una intervención quirúrgica realizándole un cateterismo. "Está bien, estable y con el problema cardíaco resuelto", informaron para tranquilizar a los seguidores del exportero. Tras dejar atrás su época en el Real Madrid, equipo que le vio crecer, Casillas comenzó a jugar en el Oporto desde 2015.

Sin embargo, debido a este problema de salud tuvo que retirarse por un tiempo de los terrenos de juego. Un año de incertidumbre que se volvió a truncar debido a la inesperada enfermedad que azotó la vida de Sara Carbonero, su pareja. Tres semanas después de lo que le ocurrió al guardameta, la periodista fue operada de un tumor maligno en el ovario, tal y como informó en su perfil de Instagram. "Afortunadamente lo hemos pillado muy a tiempo pero todavía me quedan unos meses de lucha mientras sigo el tratamiento correspondiente", escribía la comunicadora.

De esta manera, el 2019 se convirtió en un verdadero infierno para la pareja, aunque afortunadamente poco a poco todo ha ido volviendo a la normalidad. Por su parte, Iker Casillas se presentaba el pasado mes de febrero a las elecciones para la presidencia de la Real Federación Española de Fútbol, cargo que ocupa actualmente Luis Rubiales. Sin embargo, debido a la Covid-19 han tenido que ser aplazadas hasta nuevo aviso. Por el momento, Casillas y Sara Carbonero están pasando el confinamiento en la ciudad que les ha acogido durante los últimos cinco años, en concreto en su casa de Foz.

“Adoro esta ciudad, me encanta. Es una ciudad que da la tranquilidad que para mí es tan importante. Salir a la calle y poder caminar con la gente era algo que necesitaba. Desde el primer momento me dieron su cariño. Solo tengo palabras de agradecimiento a Oporto y al país. Cuando pienso que un día abandonaré la ciudad, me pongo triste. Me siento de aquí”, asegura Casillas sobre su estancia en Oporto.