Leonor y Sofía: Una educación singular ¿fiel al estilo de la realeza?
La princesa de Asturias y la infanta Sofía tienen una educación singular. Al fin y al cabo, son las herederas al trono de España, pero su educación presenta varias diferencias y semejanzas a la de Felipe VI
Leonor y Sofía, princesa e infanta; herederas de los monarcas correspondientemente, no son unas niñas que podríamos catalogar como normales; es decir, cualquier infante que asista con ellas a su clase, no recibe o cuenta con el mismo tipo de educación. Sobre los hombros de las pequeñas descansan: títulos nobiliarios y obligaciones reales y, lo más importante, la continuidad del trono y de la corona española. Aunque, en ocasiones, parece que se olvida que tan solo son niñas o adolescentes; que han nacido con esta responsabilidad.
Su labor en este país rebosa de importancia, pese a quién le pese. Por este mismo motivo, su educación - regida a lo estipulado para cualquier niño de su edad - está complementada por numerosas actividades de distintas áreas. Música, esgrima, hípica, idiomas... son solo algunas de las extraescolares que las pequeñas, Leonor y Sofía, realizan a lo largo de semana. Unas tareas que pueden resultar excesivas para algunos niños, sin embargo, son actividades a las que las pequeñas han estado acostumbradas desde niñas.
Son ellas, según lo que se anuncia y predica, las que deciden continuar con dichas actividades o, por el contrario, sustituirlas como ocurrió con el ballet. Una actividad que Leonor y Sofía no volverán a realizar, por su falta de afinidad, pero que rápidamente han visto sustituidas. De lo que no hay duda, es que reciben una formación propia de reyes porque, excepto algún contratiempo no barajado, será Leonor – como primogénita - la que acabe sucediendo a su padre (Felipe VI).
Sin embargo, el trayecto de ambas tomará mayor fuerza y presencia cuando alcancen los 16 o 17 años de edad y estén vinculadas a convertirse – sobre todo Leonor – en las futuras jefas de Estado. Un papel al que, por algún imprevisto, podría acceder la infanta Sofía y, por ello, es lógico- pese a las críticas - que reciba la misma educación. Además, de esta manera reciben ambas el mismo trato. Derribando las posibles barreras que se podrían crear por ser Leonor, la primogénita.
No obstante, es inevitable preguntarse si la infancia del monarca era igual. ¿realizaban el mismo número de actividades?, ¿acudían a los mismos actos? O ¿estaba tan alejado del foco mediático? Sin duda, este tipo de educación provoca cierto grado de tensión y puede llegar a fomentar un alto nivel de ansiedad. Al fin y al cabo, no la suelen recibir todos los niños de su franja de edad. Por ello, analizamos las posibles diferencias y semejanzas que existen entre la educación del monarca y sus hijas. El monarca y las aspirantes al trono, en concreto, con Leonor.

Al igual que ocurría con el monarca. Leonor y Sofía realizan numerosas actividades extraescolares. Hasta hace unos meses, practicaban ballet. No obstante, esta disciplina ha sido cambiada por el teatro (en el caso de Sofía) y por la música (en el caso de la princesa de Asturias). Extraescolares que se adaptan a los gustos de las herederas, a diferencia de lo que ocurría con el monarca.

La infancia de Felipe VI estuvo sumida en otro panorama social. España abandonaba la dictadura militar y comenzaba con la monarquía. El ejército y el deber, estaba arraigado en las generaciones que crecían y ganaban fuerza en España. Tal vez, por este motivo, con la edad de nueve años, Felipe era presentando como soldado de honor en el Regimiento de Infantería. Algo que, todavía, a sus trece años Leonor no ha realizado y que, seguramente, nunca llegue a cumplir. Con Leonor se rompe una tradición real que se había iniciado durante el reinado de Alfonso XII.

Como ocurrió con el monarca y en pasados veranos, Leonor y Sofía asisten al continente americano, ya sea en forma de campamento o ya sea para complementar sus estudios en el idioma. De lo que parece que tampoco hay dudas, es que Leonor, al igual que hizo su padre, realizará un año escolar fuera de la península; es decir, en el extranjero.

Como ocurrió con Felipe VI, Leonor y Sofía focalizan y añaden a sus estudios, otros de carácter complementario, como son las lenguas cooficiales. Con este estudio se pretende concienciar a las herederas del trono del lugar, al mismo tiempo que se fomenta su cultura, y de la historia que algún día desempeñaran.

La protección mediática que tiene Leonor es mayor a la que tenía su padre. Este hecho se contrasta solo, si tenemos en cuenta que, a la edad de trece años, el monarca presidía y pronunciaba su discurso en los Premios Princesa de Asturias. Un honor, que con casi catorce años parece que va a comenzar a presidir la primogénita Leonor. Un acto al que también acudirá la infanta Sofía. Recibirá Leonor las mismas buenas críticas que recibió en su momento Felipe VI.

Mientras que Felipe VI, desde temprana edad, visitaba con sus hermanas o familia distintos puntos de España o, incluso, el extranjero; Leonor y Sofía no lo ha hecho. Más dependientes de la agenda, en este aspecto, es la nueva familia real. Tan solo, hemos visto a las herederas del trono en Palma de Mallorca o en el Palacio de Marivent, entre otros puntos turísticos.

Uno de los aspectos que más han estado vinculados con la vida del monarca es: el deporte. Recordar que fue abanderado de los juegos olímpicos. Esta pasión, no obstante, parece que no la han heredado sus hijas. Al menos su pasión por la vela ha tomado otra importancia para Leonor y Sofía. Ganando un mayor protagonismo, otros deportes, como, por ejemplo: la hípica.

Aunque, era otra época, y la televisión no se encontraba tan arraigada en la sociedad como en la actualidad. Felipe no tenía mucho trato con este aparato mediático. De la misma forma, ocurre con la princesa Letizia y con la infanta Sofía; aunque ellas tienen algo censurado su visionado. Tras acabar los deberes, en fin, de semana y en presencia de alguien; pueden disfrutar de algún programa o concurso televisivo.

De la misma manera que ocurría con la televisión, ocurre con el teléfono móvil (carecen de él) y el acceso a Internet. Puede parecer una medida excesiva, pero realmente las protege y no las expone tanto a la vida pública. Aspecto que, dada su posición, puede resultar necesario. Esto, claramente, en época del monarca no sucedía. Pues en esta década era poco usual ver a un niño con un aparato de estas dimensiones.

Felipe VI pasó su infancia más expuesta al foco social y mediático; a diferencia de la princesa Leonor y la infanta Sofía, que se encuentran más protegidas. Su visita a distintos puntos de España, también, ha estado más limitada que la del monarca.