Los 10 peores looks de Pilar Rubio
La colaboradora se caracteriza por tener un estilo un tanto llamativo. Normalmente colores flúor, vestidos y faldas muy mini (es cierto que tiene unas piernas como para lucirlas), y estampados muy complicados en algunas ocasiones.
La bella actriz y presentadora Pilar Rubio saltó a la fama con el programa 'Sé lo que hicisteis' en el año 2008. Sin embargo, ya había aparecido con anterioridad en otros programas televisivos como: 'Lo que necesitas es amor', 'El precio justo' y 'La azotea de Wyoming', entre otros. A partir de su trabajo como colaboradora en La Sexta su carrera mediática no ha hecho más que crecer. En cuanto a su físico, es indiscutible que es una belleza evidente. Ojos azules, labios carnosos, melena negro azabache y cuerpo explosivo. Además, se preocupa por cuidarse con rutinas de entrenamiento, que le permiten lucir cuerpazo después de haber dado a luz a varios hijos.
Vamos a analizar su estilo a través de 10 de sus grandes patinazos, ya que es verdad que su personalidad y su gusto a veces son demasiado estridentes. Unas veces le funciona, pero otras muchas no. Lo que nos gusta es que a pesar de los años y su cambio de vida, ella se ha mantenido fiel a sus gustos.
Antes de conocer a su actual prometido, el futbolista Sergio Ramos, Pilar Rubio contaba con un estilo muy explosivo. El rojo y el negro eran sus principales aliados y los grandes escotes estaban siempre presentes. La entonces presentadora adoptó un estilo "pin-up" al colaborar en el programa 'Sé lo que hicisteis' y también su pelo y maquillaje eran acorde a esta moda. En una entrega de premios en 2011 nos sorprendió con un modelo champagne y plateado largo hasta los pies, más recatado de los que nos tenía acostumbrados, pero muy elegante.
Sin embargo, tenía patinazos cuando acudía a algún evento menos formal, como un concierto. Su estilo fuera de la pantalla o galas oficiales es un tanto peculiar, ya que suele decantarse por combinaciones muy extremas. Ejemplo de ellos es el corsé que lució en la pasarela Cibeles en otoño del 2011, de Maya Hansen. Su estilo ha sido siempre muy divergente.
Opina tú misma con las imágenes que te dejamos a continuación.

Es cierto que cada vez que Pilar Rubio se decanta por los colores flúor, patina un poquito-bastante. Podríamos decir que roza la línea de lo hortera, y la traspasa un poquitín. También es cierto que objetivamente es muy guapa, pero eso no quiere decir que soporte algo tan estridente como este look. Demasiado para el cuerpo.

No sabemos con qué quedarnos de este total look. Nos cuesta saber cómo es que la colaboradora pudo elegir un conjunto así, o si lo hizo su estilista, pero nos parece un fail rotundo. Ni el vestido ni los botines por separado: no, no y no.

No sabemos en qué momento la periodista se decantó por este vestido que está muy cerca de parecer una gran tela de araña. No nos gusta, y lo tenemos que decir.

Este vestido de fiesta invadido de lentejuelas no nos parece una gran opción para acudir a un evento formal. Nos parece muy propio para sumergirnos en un acuario, o disfrazarnos de sirena. No nos podéis negar que parece la sirena de "Splash".

Este vestido, además de parecernos exageradamente corto, no nos parece que sea una prenda muy favorecedora. Y eso que la colaboradora tiene un cuerpo apto para cualquier reto...

Pero en versión vestido. Es un NO rotundo. No favorece y no es nada estiloso. Ni siquiera tiene un toque hipster que nos guste, ha patinado demasiado.

Y es que cada vez que arriesga con estos colores, patina pero muchísimo. No podemos decir nada positivo de esta elección de outfit, bueno sí, que si lo que quieres es no pasar desapercibida, por aquí vas bien.

Lo cierto es que la periodista tiene una belleza digna del estilo "pin-up". Esos ojos azules y labios gruesos son muy de belleza de este tipo. Aún así, creemos que se ha columpiado vistiéndose así.

Es evidente que la colaboradora está guapísima, porque la materia prima es muy buena, pero el look no es el mejor que ha llevado. Además de ser demasiado mini, la textura no es la más elegante. A las sandalias le cortaríamos las dos tiras que se enroscan en la pierna, para dejar únicamente las dos del pie. Mucho más elegantes y no acorta la pierna.

Y es que la elección de este vestido nos parece entre cursi y ñoña. Parece una auténtica magdalena de las de ahora, llena de colores pastel. Las sandalias tampoco ayudan.