Marie Claire

Juan Urdangarín, el borbón misionero

Así ha cambiado su vida desde que nació hasta que ahora trabaja en labores humanitarias

El primogénito de la infanta Cristina e Iñaki Urdangarín, Juan Valentín, celebra hoy su 21 cumpleaños y lo hace alejado de todos los suyos, nada que ver con aquellos aniversarios en los que sus padres, sus hermanos, sus abuelos e incluso la infanta Elena se acercaba hasta su casa para pasar este día tan especial junto a él. Los tiempos han cambiado desde que en 2009 hicieron las maletas y abandonaron el palacete de Pedralbes y se marcharon hasta Washington. En aquel momento, no sabían lo que se les venía encima, aunque Juan Valentín sí era consciente que tenía que despedirse de sus amigos y de todo lo que había conocido hasta entonces. Después llegó Ginebra y allí fue donde vio como su padre tenía que viajar hasta Mallorca para asistir al juicio por el caso Nóos. También su madre estuvo imputada, aunque en su caso quedó absuelta y solo tuvo que pagar una multa de 265.000 euros por responsabilidad civil a título lucrativo.
Como hijo mayor de Iñaki Urdangarín vio como su vida daba un cambio radical y paso de ser nieto del Rey de España a hijo de un delincuente, que cumplía condena en la cárcel de Brieva, en Ávila. Se matriculó en la universidad de Essex en Gran Bretaña, pasó una temporada en España esperando a que su padre recibiese el tercer grado, algo que nunca llega. Su verdadera vocación es humanitaria y esto le ha llevado a viajar por diferente países asiáticos. Así, en diciembre de 2017 estuvo en Vietnam, después en Camboya con la organización del jesuita Enrique Figaredo. Ha disfrutado de una vida muy intensa como misionero, que le ha llenado un gran vacío que tenía y le ha dado mucha fuerza y energía para seguir luchando en la vida.
Ahora hacemos repaso a esos años en los que su vida era color de rosa y en los que vivía feliz junto a sus padres y sus hermanos. Ya nada queda de eso, pues cada uno se encuentra en un lugar diferente de la geografía mundial. Mientras su madre, la infanta Cristina, y su hermana, Irene, siguen en Ginebra, su padre esta en Ávila y sus hermanos labrándose un futuro profesional.
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