El detalle que ha dado protagonismo a la infanta Sofía en Asturias

La visita de la Familia real al Principado de Asturias está creando mucha expectación. Cada detalle es seguido con lupa como viene siendo habitual en las apariciones públicas de los reyes Felipe VI y Letizia, más si están acompañados de sus hijas, la princesa Leonor y la infanta Sofía. Sin embargo, ha habido un pequeño detalle que ha destacado entre los demás ayer jueves, en el transcurso de su recorrido por las instalaciones de la Fábrica de Armas de la Vega, en Oviedo, y que ha tenido como protagonista a la hija menor de los monarcas.

Si el día de la Hispanidad, el pasado 12 de octubre, fue el look elegido por la infanta Sofía lo que lo que la hizo ser el blanco de excelentes comentarios por la elección de su elegante look, ahora ha sido un tema relacionado con su salud el que la ha llevado de nuevo a titulares, recordando lo que en este sentido también llamó la atención durante su estancia en Mallorca este verano.

Sofía de Borbón apareció con su rodilla derecha lesionada y caminaba con muletas arropada por sus padres y su hermana mayor, la princesa Leonor. Según se pudo saber, su herida se debió a una caída o un golpe, aunque, al parecer, en la actualidad ya estaba totalmente recuperada, dejando atrás cualquier duda sobre el buen estado de su pierna.

Sin embargo, la aparición ayer del rey Felipe VI en la cuna de su esposa, la reina Letizia, acompañado de su familia trajo de nuevo una incógnita en torno a la dolencia de la infanta Sofía y que está relacionada con ese pequeño detalle al que nos referimos y que fue observado por todos los presentes y millones de españoles gracias a los medios de comunicación.

La segunda en la línea de sucesión al Trono de España atrajo todas las miradas al llevar una tirita en la misma rodilla que se lesionó meses atrás, trayendo a la actualidad una nueva incógnita sobre el estado de aquella contusión. ¿Aún no está curada esa herida?, ¿es otra cosa?... las dudas comenzaron a surgir y aún no tienen respuesta. Lo único es que no es necesario alarmarse porque este pequeño apósito no da lugar a muchas preocupaciones, ya que no le impide caminar con normalidad y sin necesidad de muletas u otro apoyo.

Si en Mallorca el empedrado de las calles dificultaba sus pasos, ahora nada le ha restado la posibilidad de lucirse junto a sus padres y hermana sin ningún impedimento, como tampoco se lo impidió el pasado lunes, aunque en esa ocasión no se pudo ver tirita alguna porque llevaba pantalones largos.