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Enrique Ponce y Ana Soria: cronología de la relación más polémica del año

El torero y la estudiante cumplen cada uno de sus sueños y así ha transcurrido su controvertido romance

Cuando el pasado verano saltó la noticia de que Enrique Ponce y Paloma Cuevas se habían separado todo el mundo quedó absolutamente sorprendido, nadie podía imaginar, a nivel público, que al torero y a su bella esposa, hasta entonces un matrimonio ejemplar y envidiado, se les había acabado el amor. Pero si esta ruptura ocupó la mayoría de las portadas, la revelación de que el motivo era que se había enamorado de una jovencita de 21 años, Ana Soria, que le tenía absolutamente encandilado, dejó a todos ojipláticos.

Fueron unas imágenes de la pareja captadas al principio de las vacaciones de verano lo que puso en candelero un romance que traería, desde entonces, mucha cola. Ellos, que habían mantenido en secreto su idilio, no dejaron pasar muchos días para confirmar lo mucho que se quieren y, sin pensar en las consecuencias de sus actos, publicaron en las redes una imagen juntos que confirmaba la inesperada noticia.

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Ahí comenzaron las especulaciones, las críticas o las acusaciones. Enrique y Ana, lejos de amedrentarse o esconderse, dieron paso a reflejar lo que realmente sienten y un día si y prácticamente otro también, subían a sus redes sociales fotos de su noviazgo, dejando claro que lo suyo iba muy en serio.

¿Y Paloma Cuevas?, ¿cuál fue su respuesta? Ninguna. La hija de Victoriano Valencia, una mujer guapa y de raza, que siempre forma parte de las mujeres más elegantes de nuestro país, vio no solo como su vida familiar se iba al traste, sino que lo hacía a ojos de millones de lectores, oyentes y espectadores que con la lógica curiosidad querían saber más y más de cada detalle de este mediático culebrón.

Desde aquel bombazo de la separación de Ponce y Cuevas, padres de dos niñas, Bianca y Paloma, ha habido un largo recorrido plasmado en las páginas del papel couché como si de una serie o telenovela se tratara.

La primera imagen filtrada transcendió a finales de junio, donde se les veía disfrutando de unos días de descanso en Almería, la cuna de Ana. Un par de semanas después, fue la propia estudiante de Derecho la que hacía partícipes a sus seguidores de Instagram de que esa relación era auténtica publicando un abrazo con el diestro en el que aparecían sonrientes y felices.

Por si esto fuera poco, el mismísimo Enrique Ponce no tuvo pelos en la lengua y aseguró: “Ana y yo estamos muy enamorados”, añadiendo que esa rubia de ojos claros, a la que muchos han tachado de ´diosa`, le había conquistado por su sencillez y elegancia. También afirmó que aunque se conocieron a través de Instagram, su relación había comenzado a finales de 2019.

Foto tras foto, video tras video, declaración tras declaración, las jornadas fueron sucediéndose entre paseos en barco, cenas al borde del mar y un montón de achuchones y caricias… Llegando el 1 de agosto, fecha en la que el torero reaparecía en los ruedos. Se esperaba que la almeriense estuviera en barrera, levantando su pañuelo blanco, pero no apareció. Si lo hizo en su siguiente compromiso en la plaza de la Merced, en Huelva, buscando una discreción que no logró y dando rienda suelta a unos nervios contenidos. Después llegarían muchas tardes similares, incluso una terrible, cuando a Ponce le coge el toro el coso de El Puerto de Santa María, donde todo acabó en un gran susto.

Poco a poco público y protagonistas asumieron el noviazgo con naturalidad, aunque Paloma Cuevas, que se ha visto humillada según algunos, seguía encerrada en su finca de Jaén, con sus hijas y sus padres y sin abrir la boca. Lo que si ha hecho es solicitar el divorcio, unos papeles que el torero tenía que firmar. Ponce y Soria, a su vez, han preparado un nidito de amor en Almería, donde él está encantado y ella también, pues ahí se mueve como pez en el agua.

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