¿Sarah Jessica Parker o Carrie Bradshaw? El look de la actriz en el desfile de Intimissimi nos ha enamorado

Nuestro amor (y admiración) por Sarah Jessica Parker y su armario no es ninguna novedad. Pensamos que cuando a moda se refiere, la actriz es un pozo infinito de tendencias y conocimiento. Y aunque puede sonar extraño (realmente, no. ¿Habéis visto los zapatos de Carrie?) Sexo en Nueva York es la Biblia de la moda, no falla. Todas las tendencias que alguna vez han aparecido en la serie han hecho un comeback. Y no mentimos. Crop tops, check. Bolso de Dior Saddle. Doble Check. Por eso cuando hemos visto a Sarah Jessica Parker en el desfile de Intimissimi en Verona hemos pensado dos cosas. La primera, NECESITAMOS esa falda y la segunda, ¿es ese un estilismo digno de Carrie? La respuesta es sí.

Ahora sabemos que no podemos vivir sin un top lencero en color blanco y unas sandalias a juego. ¿Lo mejor de todo? Que con su elección, SJP deslumbró ya que fue de las únicas celebrities que no eligió el negro como color fetiche para la ocasión. Clásico pero con un toque sexy, por la lencería debajo del top - como ya lucía en la serie-, creemos que hemos encontrado el perfecto look para la época de bodas, bautizos y comuniones. Pero el outfit de la actriz no fue el único momentazo de la noche. Su encuentro con Chiara Ferragni, la chica del momento con mayúsculas, no tiene precio. Y hay un vídeo.

Sarah no dudó en escribir Si en alguna extraña ocasión abandonas tu casa y te invitan a Verona, puede que te encuentres a Chiara Ferragni. Y cuando lo haces, te besas al estilo europeo debajo de la publicación que conmemora el momento y es que, el texto nos recuerda más a alguna de sus columnas (o a las de Carrie a efectos prácticos) que a un copy de Instagram. Sin duda, si vas a conocer a Chiara Ferragni, una de las influencers más fomosas del mundo (y es que esa boda no tiene parangón, lo sentimos Meghan) lo haces así: con mucho estilo.

A veces nos cuesta dibujar la línea entre Carrie y Sarah, pero la verdad es que ella no nos lo pone nada fácil. Creemos que a estas alturas se mimetizan tanto, que puede que sean (casi) la misma persona. Ojalá viviéramos en NY - o en Verona- y tuviéramos esa falda.

Hasta que pase, soñar es gratis.