Marie Claire

Los mejores momentos de Choupette, la viuda de Karl Lagerfeld

La gata más famosa (y ahora más rica) del mundo tiene hasta su propia cuenta de Instagram

Mientras el mundo de la moda aún lloraba su muerte, salió a la luz una de las informaciones que el Kaiser de la moda había escrito en su testamento. Nunca una herencia había dado tanto de qué hablar, Karl Lagerfeld dejó por escrito que su mascota fuera una de sus herederas tras su muerte, que ocurrió el pasado 19 de febrero en París, a los 85 años de edad.

El modisto contó en una entrevista cómo había conocido a Choupette, una historia un tanto curiosa. Y es que un amigo le pidió que cuidara de ella mientras estaba de viaje y cuando regresó, Karl le dijo que lo sentía pero que la gata era suya. Así comenzó un idilio amo-gato convirtiéndola en la gata más famosa y rica del mundo.

Cuando dicen aquello de que las mascotas se terminan pareciendo a sus dueños es real, ¿o conectaron por su gran parecido? Karl adoraba a Choupette, una gata birmana de pelaje blanco y elegantes andares. El vínculo que tenía con su gata con la que convivió durante 8 años es innegable y puede verse en todas las instantáneas en las que aparecen juntos y en los numerosos productos que Karl Lagerfeld creó para su gata como el merchandising que vende en su web.

Como podemos ver en la cuenta de Instagram de la propia Choupette, no se separaban, Lagerfeld contaba con ella en sus viajes y la llevaba allá donde fuera, en aviones de primera clase, por supuesto. Cuentan que tenía su propio personal, dos niñeras viajaban con Choupette para encargarse de ella en los viajes de su padre y que no le faltara de nada. En las imágenes también podemos ver a Choupette dando un agradable paseo entre la colección de libros de su dueño a quien acompañaba mientras trabajaba, siempre inseparables.

La gata ha doblado sus seguidores en Instagram desde que se anunciara la intención del modisto de convertirla en heredera de su fortuna. Aunque eso no debería de ser una de las mayores preocupaciones de la gatita, que se dice que se ha embolsado hasta tres millones de euros con campañas publicitarias, aunque nunca en campañas de comida de gato, Karl decía que es demasiado sofisticada para eso. Además, se dice que comía en la misma mesa que su dueño y siempre en vajilla de plata.

Toda una privilegiada que ahora llora la muerte del gran modisto como lo hace el resto del mundo de la moda. Nos despedimos así del uno de los grandes creadores de la historia de la moda y uno de los más influyentes del siglo XX, que supo mantener el legado de Coco Chanel durante los 30 años que estuvo al frente de la Maison mientras trabajaba para sacar adelante su propia firma y diseñaba para la firma italiana Fendi. Hasta siempre, maestro.

tracking