Guy, Bogart y Oz: la historia de los perros de Meghan Markle

La vida de Meghan Markle en los últimos años ha cambiado tanto que daría para el guión de una película sin modficar ni un ápice la realidad. Cuando estaba tocando las mieles del éxito como actriz, un príncipe se le cruzó en el camino y le desbarató todos los planes de vida que tenía. Pero así gracias a esto hemos conocido más en profundidad a la mujer que le robó el corazón al príncipe Harry.

En aquella lejana etapa en la que Meghan rodaba ‘Suits’ convivía con dos amigos peludos que la recibían en casa cada vez que volvía del trabajo, Guy y Bogart, dos perros que la exactriz adoptó de una protectora. Cuando la actriz tomó la decisión definitiva de irse a vivir a Londres para formalizar su compromiso con el hijo menor de Diana de Gales, Bogart lo dejó en Canadá, al cuidado de unos amigos, porque era incompatible llevarselo con ella a Reino Unido, por la avanzada edad del animal. Hace unos años la escritora Sally Bedell Smith contó a la edición americana de ‘Vanity Fair’ que su hijo adoptó al hermano de Bogart y les trasladó su sorpresa por el hecho de que la exactriz no se hubiera reencontrado con su querido perro en su reciente vuelta a Canadá.

Quien sí se trasladó con ella, con Harry y convivió con el pequeño Archie tras su nacimiento es el otro de los perros de la duquesa de Sussex, Guy. Los cuatro formaron una entrañable familia que tras la boda real se trasladó a vivir a Frogmore Cottage. Entonces llegó a sus vidas Oz, un labrador negro que se ha convertido en el mejor compañero de juegos para Guy y que ha ocupado el lugar de Bogart.

Entonces llegó la decicisión que conmocionó al mundo entero, los duques de Sussex querían una vida apartada de la formalidad de la Casa Real británica y anunciaban la fecha del 31 de marzo como último día en el que formaría parte de ella como miembros ‘seniors’. Llegó el día y se trasladaron a Canadá a disfrutar de esa vida relajada, algo parecido a la rutina de una familia normal: salían a pasear, los duques, el pequeño Archie, Guy y Oz. Hasta que al duquesa prefirió dejar al niño en casa cuando la situación por la expansión del coronavirus se empezó a complicar, para que su primogénito no corriera ningún riesgo de contagiarse.

La pareja, por fin, ha conseguido la vida que quería, alejada de las exigencias protocolarias del palacio de Buckingham, él ha dejado atrás el uniforme de Capitan General, con el que lo vimos por última vez en aquel concierto al que asistieron en el Royal Albert Hall, días antes de su adiós definitivo. También echaremos de menos los elegantes ‘looks’ de Meghan Markle, aunque, ¿quién sabe?, a pesar de que ahora pase sus días en camisetas y en vaqueros, quizás algún día la veamos pisando las grandes alfombras rojas a raíz de su vuelta a la industria cinematográfica. El primer paso ya lo ha dado poniendo la voz al documental ‘Elephant’ de Disney, la misma factoría audiovisual con la que podría estar planeando una vuelta más firme al ‘séptimo arte’