Motes a evitar en el gym

Además de recordar a la esposa de un, como poco, controvertido personaje histórico, es un mote bastante ridículo si te lo llaman en el gimnasio. Los colgantes y adornos no te hacen falta para hacer ejercicio y solo te pueden traer algún susto.
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Vale que al gimnasio no vayas con lo primero que tengas por casa, pero tampoco es necesario que parezcas patrocinadora de todas las marcas. Unas zapatillas Reebok, pantalones Nike, sudadera Adidas, bolsa de deporte Puma acuérdate de aquello que se dice de lo poco gusta y lo mucho cansa.
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Sudar al hacer ejercicio es lo normal, por eso, elegir una camiseta blanca de algodón no es lo más apropiado si no quieres acabar pareciéndote al conocido entrenador de fútbol al que el desodorante abandonaba en cada partido y dejaba huella en sus camisas. Elige otro color para tus camisetas y evita los desagradables surcos amarillentos.
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Puede que te suene esta cantante española de los 70 que popularizó en una de sus canciones aquello de con mi chándal y mis tacones, arreglá pero informal. No hay nada más antiestético que ir al gimnasio con ropa deportiva y zapatos de tacón. Vas al gym, no a una fiesta, deja los tacones para otra ocasión y cálzate las deportivas.
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Seguro que alguna vez has visto la mítica imagen del o la macarra de turno masticando chicle sin parar. Ir al gimnasio con chicle, además, es peligroso ya que te lo puedes tragar al hacer algún ejercicio. Si se te queda la boca seca, la mejor opción es llevar contigo una botellita de agua.
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