Talento español: estos son los jóvenes que escriben las canciones y las novelas que ya deberías conocer
Aquí ellos escriben canciones y ellas, novelas. El talento (joven) español de la literatura, la música y el cine acelera con las escritoras Lucía Baskaran y Alejandra Parejo, el grupo 'indie' Nebraska y la actriz y modelo Cecilia Gómez.
El nombre fue una decisión casi "dictatorial". El significado llegó después. A todos, cuenta Pablo, les gustaba el disco homónimo de Bruce Springsteen. La justificación estaba resuelta. Que dedicaran el tiempo que les sobraba de la universidad a la banda, también. Aunque sus grupos de amigos estén a punto de sacar el cartel de Se busca. Hace un año, Carlos Galán, cabeza de Subterfuge, discográfica indie patria por antonomasia, corrió al camerino de la sala Galileo Galilei. Tenía una idea para ellos. Su primer disco, Aventuras de todas partes, está ya en los auriculares. Y en las fiestas de moda de Madrid. Suena a Wilco y Bon Iver caminando por la España de los 80.
Alejandra no ganó ningún concurso de literatura en el colegio. Cuando ella escribía, lo hacía para hablar. En papel les daba palabras a los enfados que no deshacía en voz alta. Desde que salió de la facultad, las palabras son trabajo. Y deberes. Hace tres años que estudia en la madrileña Escuela de Escritores. Del cruce con el tiempo libre nació su primera novela. En Una familia normal, la soledad dentro de la familia, encarnada en Olivia, una publicista con suerte, activa su carrera. La de Lucía Baskaran ya estaba en la pista. Cuerpos malditos es su segunda novela. Mientras traduce una ajena, la tercera empieza a calentar. En las suyas, las ideas políticas se travisten de ficción, "un arma potentísima". Ella dispara a "las violencias que recibimos las mujeres que no son las físicas, sino las más soterradas".
La primera vez que Cecilia Gómez lloró de felicidad, paseaba por Mango de la Gran Vía. Acababa de recibir una llamada. Querían que formara parte del elenco de La Peste. En la serie de Movistar, la sevillana interpreta a Eugenia. Estuvo a punto de no hacerlo. Cuando, antes, la llamaron para el casting, salía de casa para hacer la solicitud de admisión en un curso de moda. Ella es tímida. Su espacio está en la soledad. Desinhibirse frente a la cámara solo es trabajo. Antes, cuando Tuenti era Instagram, veía una y salía pitando.
