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Los (des)propósitos de septiembre

La vuelta al cole es la vuelta a la rutina y, por tanto, la vuelta a los buenos hábitos, la dieta, el deporte… ¿o no?

Hay dos momentos al año en que nos sentamos y echamos cuentas de nuestros excesos y el precio a pagar por ellos: uno es Año Nuevo y el otro septiembre. Año Nuevo quizá es más trascendental por eso de que son propósitos de cara a un año más feliz, septiembre en cambio es una especie de castigo por un verano de lunes al sol pasados de calorías. Aquí los 5 más habituals, las excusas para no cumplirlos y la solución.

1. No empezaré el día con prisa.

Puede más… el “5 minutitos más”, y una vez aplazamos el despertador entramos en bucle y acabamos por llegar tarde.

Solución: ni para ti ni para mi, ponte el despertador a una hora intermedia entre la que debes y la quieres, y deja las cosas preparadas la noche anterior.

2. Voy a hacer deporte todos los días.

Puede más… el "hoy estoy muy cansada, total por un día que no vaya..."

Solución: póntelo como una rutina y en el caso de los gimnasios, apúntate a clases temporales de la actividad que más te gusta, te obligarás a ir al ser por periodos más cortos que un año.

3. Comeré sano.

Puede más… el "qué buena pinta tiene la tarta, venga total si por un poquito…"

Solución: no hagas dietas extremas, come sano pero permítete un capricho de vez en cuando, siempre en su justa medida, porque de poquito en poquito cae la tarta entera.

4. Pienso ahorrar cada mes.

Puede más… el “pero es que es tan bonito…y en realidad lo necesito”

Solución: no tires de tarjeta, la damos muy a la ligera porque parece que no duele tanto como dejar la cartera vacía, vuelve a las huchas, ve guardando lo que puedas aunque sea poquito y piensa bien antes de comprar.

5. Detox una semana al mes.

Puede más… un buen plato que un zumo verde, eso es así.

Solución: si eres de las que siente la necesidad de desintoxicarse, hazlo durante poco tiempo y en periodos largos. Aunque si cumples con el propósito 3, no tendrás que pasar por eso.

Al final todos esos “puede más” son fruto de la frustración que provoca en todo ser humano una obligación que aborrece. Cuando te dicen “no comas chocolate, corre 1 hora, no te compres nada y haz una semana de zumos” automáticamente sentimos rechazo a todas esas autoimposiciones. Las soluciones ya veis que pasan por algo tan sencillo como: busca la motivación y hazlo todo en su medida y poco a poco, los extremos y los imperativos nunca funcionan.

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