Cómo repartir las tareas domésticas para evitar discusiones
Parece ser que no solo basta con dividir las tareas del hogar, sino que, además según lo que te toque tu relación podría ir en picado. O no.
Cuando te vas a vivir en pareja, uno de las principales preocupaciones para todos es la eterna duda de cómo será la convivencia. Ese momento en el que sabes que existe la misma probabilidad de que acabéis convirtiéndoos en una sola persona, o si, por el contrario, tendrás un compañero de piso al que no querrás ver ni en pintura. Es algo complejo, pero a la vez algo precioso. Y cuando te arriesgas y todo sale bien, lo único que quieres es que las cosas continúen exactamente igual. O mejor.
Para eso, es necesario marcar unas pautas en común. Pautas tan sencillas e importantes como las de dividir las tareas de la casa, algo que a primera vista igual te parece algo sin importancia. Pero los investigadores Daniel Carlson, Amanda Hiller y Sharon Sassler, te quieren explicar porque no lo es.
En 2016 estos investigadores emitieron un informe donde se mostraba que las parejas que compartían las tareas del hogar tenían más relaciones sexuales, y mejores. Olvídate de las cenas románticas, probablemente pasen mejores noches las parejas que lavan los platos juntos. Quién sabe.
vida en pareja
Pero, unos nuevos datos muy interesantes han ampliado esta investigación. Y es que, parece ser que no solo se trata de una división equitativa de trabajo, el tipo de tareas asignadas muestran una diferencia en la felicidad de los matrimonios. Según este estudio, los hombres prefieren compartir la compra de casa, y las mujeres el lavado de platos.
Este es un dato relevante, ya que otra encuesta reciente de Harvard Bussiness School mostraba que el 25% de las parejas divorciadas explicaba que el "desacuerdo sobre el trabajo doméstico" era la principal causa para romper. La razón se debe a que las parejas que comparten compras, acaban compartiendo algo más que eso. Están compartiendo decisiones sobre qué comprar y cocinar.
Al contrario, las mujeres están descontentas con su relación cuando perciben que están haciendo la mayor parte del lavado de platos. ¿La solución? Parece ser que una buena charla sobre las preferencias de cada uno, y un organizador en la nevera para que a ambos les quede claro.