Por qué nos hemos enganchado a Élite (y no tenemos vergüenza en admitirlo)
La nueva serie de Netflix nos ha tenido todo el fin de semana pegadas a la pantalla y te contamos las razones. Vivan los clichés bien hechos.
Estamos viviendo una encrucijada. Una de las difíciles. Y es que, uno de los debates del día en la redacción ha sido, cómo no, Élite. Sí, la serie de Netflix de la que todo el mundo habla y que no tiene término medio: o la amas o la odias. Y eso es lo que nos ha paso a nosotras. La mitad la amamos (yo, la primera) y la otra mitad, la odian. Y como preferimos hacer el amor y no la guerra, nos hemos decantado por explicar los puntos a favor y aquí te contamos por qué la serie es una de nuestras favoritas.
Ha sido pura obsesión. Mira que ya lo vaticinábamos, aquí. Y teníamos toda la razón del mundo. Élite es una de esas series que enganchan, pero de verdad. 8 capítulos es lo único que necesitas para tener 8 horas de diversión, porque sí. Lo que sucede en el exclusivo colegio de Las Encinas es un drama, un verdadero drama sin parangón. Pero las situaciones son tan verosímiles y a veces tan surrealistas que soltarás alguna carcajada. No peca de pretenciosa: Netflix ha sabido situarla en el lugar y el tiempo adecuado. Al alcance de un clic y toda de golpe, así: para que nos encerrásemos el fin de semana en casa.
Necesitábamos un colegio que aunque llevara uniformes dignos de Gossip Girl, fuera español pero se alejara de Física o Química. Y lo hemos tenido. Necesitábamos también algo de realismo y es que, la corrupción, los problemas con las drogas, las clases sociales, las enfermedades de trasmisión sexual, el embarazo, el aborto... lo vemos todo entrelazado de una manera tan rápida y ágil que no cansa, sino que hace que no quieras parar de mirar. Porque es el reflejo millennial en todo su esplendor. Aunque un poco hardcore eso sí. Lo que nos gusta un buen culebrón.
Vale que ninguna de nosotras hacíamos esas cosas a los 17 (ni ahora, la verdad. Igual es que somos un poco tradicionales o algo losers, quién sabe) pero los estudiantes de este instituo que nada tiene que envidiarle al Upper East Side reflejan a la perfección a los niños ricos de hoy en día. Y lo mejor es que se trata con normalidad. El dinero no mueve la trama, sino las decisiones de los personajes. Encontramos a hijos de corruptos, de marqueses. A tres alumnos (veáse Dan Humprey multiplicado por tres) que escandalizan con su paso por el instituto: un chulo, un buenazo y una musulmana. Sin duda, carne de cañón para un sitio en el que la clase social alta (y llena de prejuicios) se contonea por los pasillos. El dicho de Dios los cría y ellos se juntan nunca fue tan cierto.
Pero no pasan sin integrar su vida y sus creencias dentro de los pasillos del instituto. Si esperabas un teen drama sin ton ni son estabas equivocada. Y es que, los creadores de Élite, Carlos Montero y Darío Madrona han conseguido llevar a acabo una mezcla entre Gossip Girl, Big Little Lies y The O.C a través de la trama.El asesinato que sucede en el instiuto es el hilo conductor y con flashbacks muy bien estructurados y nada aburridos consigue explicarnos por qué las cosas suceden como lo hacen. Porque la estudiada consecución de los hechos es otra de las partes más favorables. Los capítulos se suceden de una manera que mantiene la intriga en todo momento, porque seamos sinceros, cada protagonista sabe muy bien quién es y a dónde va. Menos Marina que está un poco perdida en la vida. Pero, ¿Quién no lo estaba a los 17?
El asesinato que sucede en el instiuto es el hilo conductor y con flashbacks muy bien estructurados y nada aburridos consigue explicarnos por qué las cosas suceden como lo hacen. Porque la estudiada consecución de los hechos es otra de las partes más favorables. Los capítulos se suceden de una manera que mantiene la intriga en todo momento, porque seamos sinceros, cada protagonista sabe muy bien quién es y a dónde va. Menos Marina que está un poco perdida en la vida. Pero, ¿Quién no lo estaba a los 17?

elite
El problema de Nadia con el pañuelo, la razón por la Omar pasa droga y el por qué de su actitud (es homosexual y musulmán), la rebeldía de la hermana de Guzmán, la chulería de este porque es rico y sabe lo que puede conseguir... no daremos más spoilers. Pero no podemos estar más de acuerdo con la propuesta. Y es que, no hay vergüenza en admitir que nos ha flipado la serie. Y no solo por lo que te estamos contando. Hay más. Y no no estamos haciendo referencia a las escenas de sexo (que hay bastantes) ni a la droga.
El elenco
La apuesta por introducir a tres de los actores más comentados de La Casa de Papel no hay sido un error. No podían haber elegido a alguien mejor para interpretar a Nano (Jaime Lorente en la vida real). Es el malote por excelencia. ¿Lo que nos enternece? Que tiene razones para serlo.
Guzman (Miguel Bernardeau) se mete de lleno en el papel de niño pijo que todo lo puede, pero creemos que en el fondo no es malo. Solo vivie en una realidad movida por el dinero, realidad en la que le han educado. No hay ni un personaje feo. Parece que uno de los requisitos para asisitir a Las Encinas es la belleza. Y oye, no nos quejamos. Solo debemos decir que a los 17, nosotras no estábamos así (ni hacíamos esas cosas), ni de lejos.
Samuel es amor

samu
Samuel es el novio que todas querríamos en nuestra vida. Es guapo, bueno, comprensivo, educado... solo quiere portarse bien con Marina. Es el pagafantas adorable que rechazamos en nuestra adolescencia, pero que 20 años después, buscamos desesperadamente y con mucho ahínco. No hay más prueba que nuestra lista de solteros de oro. Samu, somos tus fans incondicionales. Marina no te merece -nosotras sí-.
Las diademas de Lu

elite
Lu es la digna sucesora de Blair Waldorf (aunque llegar a su nivel es muy difícil). Estamos living con sus looks. Pero sobre todo con sus diademas. Muy serio. ¿Zapatos de tacón con calcetines? No estamos muy seguras. Sea como fuere, su rivalidad con Nadia la hace la mala de la película, cuando en realidad tampoco lo es tanto, solo es algo (mucho) avariciosa. Ella solo está enamorada de Guzmán. No hay pecado en ello. Nosotras también.
La música
Uno de los momentazos es cuando Marina y Nano se acuestan al ritmo de Mala mujer de C. Tangana. No podemos ser más fans. La música es espectacular. Podemos escuchar desde el Malamente de Rosalía hasta a Dorian pasando por Tú por mí de Christina Rosenvinge. A vuestros pies. Y además, las canciones están elegidas con mucho mimo. Las letras representan las vivencias de los personajes a la perfección.

elite
¿Necesitas alguna otra razón para verla? No podemos esperar a la segunda temporada. Si es que hay. Seguiremos informando.