La cantante, los 6 libros y las 5 películas para fichar en marzo
Luisa Sobral regresa al portugués, el relato más viral del New Yorker se hace libro y Maggie Gyllenhaal nos pone la piel de gallina. Este mes, vista y oído quedan satisfechos.
Después de casi una década cantando en inglés y dando rodeos por las concurridas aguas del jazz-pop, la lisboeta Luisa Sobral se pone los ropajes de cantautora y desentierra la lengua materna en su nuevo álbum. Puede que el triunfo de su hermano Salvador Sobral en Eurovisión 2017, con una composición de ella en portugués –una experiencia "inesperada y algo excéntrica, los trabajadores del concurso nos agradecían haber llevado, por fin, una canción", recuerda entre risas–, haya tenido parte de culpa. A Sobral el portugués le ha servido en este disco para hablar de cosas importantes, como el nacimiento de su hija Rosa (así se titula el álbum). Tenía que explicarle a su hijo mayor –lo hace en O Melhor Presente– que una hermanita era el mejor regalo que podía tener, como ella cuando nació Salvador hace 30 años: con su hermano canta un tema a dos voces, la primera vez que participa en un disco suyo. También quería hablar de los refugiados, a los que evoca en Nádia. "Aceptamos a los refugiados cuando nadie los quiere. Eso nos hace más humanos", dice con orgullo de su país, un oasis en una Europa crecientemente xenófoba. En el nuevo sonido de Sobral, que se formó musicalmente en EE. UU., ha tenido un papel importante Raül Refree, el músico y productor catalán que ha colaborado con Silvia Pérez Cruz o Rosalía. "Llevaba siete años con el mismo sonido y quería otra cosa, algo muy desnudo: guitarra, voz y quizá cuerdas. Raúl me dijo: '¿Por qué cuerdas? Es lo de siempre. ¿Por qué no usamos vientos y un sonido más clásico?'. Me pareció perfecto". A sus 31 años, y aunque su amigo Caetano Veloso dice que "mientras haya Sobrales, Lisboa no morirá", Luisa ha dejado la capital para instalarse cerca, con más espacio y a unos pasos de la playa. "El colegio me cuesta la mitad y el vecino me regala huevos de sus gallinas", explica. Cuando cuenta su vida, esta artista dicharachera transmite la placidez que contagian sus canciones. La misma que se podrá respirar en las cuatro fechas en España que le esperan en abril.

Las madrugadas radiofónicas en Londres son de Jarvis Dolan. Incluso cuando dos enmascarados se cuelan en su estudio pistola en mano. El español Pedro C. Alonso dirige su primer largo.

Lo raro es que fuera un cuento. Si la gente ya no lee, y lo único que funciona es el vídeo. Pero en 2017 un relato de ficción publicado en The New Yorker se hizo viral. En Cat Person, Margo se da cuenta de que no quiere acostarse con Robert cuando ya está en su habitación. Decide continuar. Se conocieron en el cine en el que trabaja y ella fue quien comenzó a flirtear, así que toca seguir. Aquella historia sobre el consentimiento sexual llegó en pleno auge del #MeToo, y a su autora, Kristen Roupenian, le pilló desprevenida la reacción. Le llegaban propuestas para publicar con adelantos de un millón de dólares. Firmó por algo más. En You Know You Want This, Roupenian escribe sobre el deseo, la repulsión y el manejo de los impulsos. HBO prepara ya la serie. La traducción, esperamos que pronto

Con ella la Corte Suprema de Estados Unidos reconoció la ilegalidad del trato desigual a hombres y mujeres. Felicity Jones mediante, la juez Ruth Bader Ginsburg pasa a la pantalla.

Jennifer Egan sitúa en los muelles de Nueva York y durante la Segunda Guerra Mundial, un período que cambió los roles de muchas mujeres, la historia de Anna, que trabaja como buzo en los astilleros y comienza una relación con un gángster que puede tener alguna pista sobre su padre desaparecido.

Del arte no hay quien viva. De la estafa ya es otra cosa. Lee Israel lo aprendió con las cartas de escritores que falsificó durante años en su piso de Manhattan. Melissa McCarthy la devuelve a la vida y la lleva cerca del Óscar.

Original y talentosa como siempre, Ottessa Moshfegh firma una excelente tercera novela donde la narradora, sumida en una apatía vital lacerante, decide encerrarse un año en su pisazo de Nueva York para dedicarse a dormir atiborrada de pastillas.

Jimmy tiene 5 años, el don de enroscar palabras y a Maggie Gyllenhaal de profesora. Mala suerte. El secuestro de alumnos en pos de su desarrollo literario no encaja en el Refuerzo Escolar.

Tras el éxito de El orden del día, Eric Vuillard vuelve a viajar al pasado para revivir la toma de la Bastilla desde el punto de vista de sus protagonistas: el pueblo de París. Un relato febril y muy documentado que repasa algunas de las horas más decisivas de la historia reciente.

Pearl tiene 12 años y vive en un coche en un aparcamiento de caravanas de Florida. Cuando su madre se lía con un traficante de armas, la mezcla de pobreza y pólvora apunta a tragedia, en este lúcido retrato de la cultura de las armas que traza Jennifer Clement.

Halla no va a permitir que la industria del aluminio arrugue la pureza del aire islandés. Tiene 50 años y un plan. Y en él no entraba que justo ahora le concedieran la adopción de una niña.

El divertido debut en la novela de Olivia Laing nos coloca en una tesitura posible: Kathy tiene 40 años y prepara su boda cuando las dudas le asaltan: en un mundo con Trumps o Brexits, ¿debe seguir adelante o dinamitarlo todo?