
Los 9 libros del verano para dejar la mente en blanco frente a la piscina
Estas novelas te harán desconectar. Succionarán tu atención y, frente al mar o junto a la piscina, no habrá grito ajeno que te desconcentre. Estos libros de verano lograrán que dejes la mente en blanco y que el tiempo vuele.
Los libros para el verano son casi un género en sí mismos. Son ligeros y, a menudo, anchos. Suben los grados, se dilata el tiempo y el número de páginas, de golpe, aumenta. Las novedades literarias cogen peso. En los meses de calor, elevan el pensamiento lo suficiente como para que nada roce con él. Escapan a la gravedad. En estas novelas adictivas, la trama se impone, con frecuencia, a los formalismos. En estos libros, algunos recopilatorios de artículos, otros, colecciones de cuentos, la acción conduce hacia adelante a las páginas. Tira de ellas. El ritmo, como en la canción de Patricia Manterola, no para.
En Las luminarias, de la neozelandesa Eleanor Catton, consigue que los dedos troten por el papel a lo largo de más de ochocientas páginas. Es el suyo un libro fit: si, tumbada, lo sostienes sobre ti misma, la ficción ejercerá también de sesión de gimnasio. Y de rehabilitador emocional. Las Seis semanas con los filósofos griegos de Ilaria Gaspari rebuscan en los apuntes universitarios de la filósofa italiana para escapar del charco sentimental al que la empuja una ruptura de pareja. En Nada importa, Jesús Terrés las cura y las previene a través del placer. Del placer de comer, de viajar, de leer. En las tres historias de Auguste Dupin, de Edgar Allan Poe, el detective que inspiró Sherlock Holmes pasea, con capa, por las calles de París.
Y el ritmo, con estos libros en el bolso, el capazo o la maleta, te llevará hasta el bordillo de la piscina o la orilla de la playa. Porque estas novelas sí las podrás leer rodeada de niños que buscan a su Polo o a su Marco entre chapuzones. Al final de estos libros sí podrás llegar aunque, cuatro sombrillas más allá, la tentación te llame desde un carrito al grito de la cerveza-la Fanta-la Coca-Cola-el-agua. Con estas historias de verano podrás viajar en tren, autobús o avión sin que concentrarte se convierta en una sesión de calistenia mental. Con estos libros, podrás dejar la mente en blanco. Son novelas para leer de un tirón. Son novelas para no pensar.

Una joven ha aparecido muerta en un piso del centro de Múnich. Una pistola acompaña al cadáver. Parece que se ha suicidado. Pero el disparo es en el pecho. No es el más natural de los gestos. El comisario Sauer cree que una tercera mano apretó el gatillo. Y el tío de la víctima, también. Necesita que continúen investigando. Adolf Hitler sospecha sobre la muerte de su sobrina. (Y Massimi, de la relación afectiva, y sexual, del dictador y la joven).

Un caserón familiar, espías y amor prohibido. Por El heredero, una novela de más de 600 páginas, el tiempo no pasa. El tiempo vuela. La Guerra Civil española ejerce, levemente, de decorado para amores, traiciones, señoritos gallardos y criadas nobles.

Todos los detectives nacen aquí. En las historias de Auguste Dupin, ideado por el estadounidense Edgar Allan Poe, convergen Poirot y Holmes. La inteligencia que fascina y las pistas que se unen fuera de plano pasean, con Dupin, por las calles de Paris. Esta colección de tres historias detectivescas, editada por Periférica, escurrirán sobre la hamaca preocupaciones y aburrimientos.

El escritor valenciano, experto en los placeres terrenales, reúne algunos de sus artículos en un libro que lleva el nombre de la columna en la que, durante años, ha anotado celebraciones, victorias, anécdotas, nombres de chefs y títulos de películas. En Nada importa (ed. Círculo de Tiza), la reflexión hedonista se convierte en manifiesto.

A Ilaria se le ha roto el corazón. Su noviazgo ha dado al traste. Ahora tiene que mudarse de casa y recomponerse. Los filósofos griegos le encolarán las ideas. Para algo, antes de haber trabajado para Valentino, Gaspari se doctoró en Filosofía por la Sorbona. La italiana toma las lecciones de filosofía aprendidas en el aula y las pone en práctica. Con ellas, se pega el corazón.

Moody acaba de atracar en Nueva Zelanda. Ha llegado en barco. En el Godspeed. A nadie le gusta su capitán. Los doce hombres más poderosos de la ciudad, reunidos en la taberna en la que acaba de entrar, se lo han asegurado. Ese hombre es mal asunto. Algo sospechoso hay. En él, en la prostituta que acaba de aparecer asesinada y en el mendigo muerto que, parece, en realidad era rico. La novela de Catton llena más de 800 páginas de ficción y, en HBO, de capítulos de miniserie.

Eve quiere ser escritora. Está en ello. Por lo pronto, es asistente en una editorial de Nueva York. En un verano de finales de los años 80, las cosas se retuercen para la veinteañera. El amor y una invitación a una fiesta del mundillo literario, a la que todos deben asistir disfrazados de personajes de la literatura universal, llaman a su puerta.

También se llama Eve. Evie, para los amigos. Y también trabaja como asistente. Pero en Londres. Y en una agencia de cine. Debe conseguir que uno de sus escritores estrella componga de una vez por todas el guion que le han encargado. Lo piden desde Hollywood. Lo necesita para asegurarse un ascenso. Él no está por la labor, pero ella tiene una apuesta en la manga: si en tres meses logra demostrar que el amor puede ser como el de las películas, él deberá cedes y escribir una rom-com hollywoodiense. Evie se dispone a recrear todos los primeros encuentros de las comedias románticas más clásicas del cine moderno, desde Notting Hill a Cuando Harry encontró a Sally.

Este libro reúne un pequeño diario tan profundo como doloroso de la propia autora al verse encerrada. Quien ha leído sus libros conoce a sus superheroínas, que esta vez aparta y deja en la más absoluta lejanía, abriéndose en canal y contando en primera persona su propia experiencia personal a través de un pequeño, pero intenso y arriesgado, diario de a bordo. Le esperan noches de terror y angustia encerrada en su habitación.
En esos días tan dolorosos aprende a identificar y a expresar sus emociones sin ningún personaje de ficción, y lo refleja en esta su séptima obra. Recuerda los días y las noches en los que el miedo y la incertidumbre se apoderaron de ella, dejando un doloroso rastro en su corazón, el cual se acelera a diario, y al que no sabe cómo detener, debido a la situación extrema de un cuadro de emergencia mundial. Le atemoriza ir al hospital por el riesgo de contagio del virus que conlleva para su madre, de 79 años, y su hermana de 60, que viven actualmente con ella y son pacientes de riesgo.
Aunque el verdadero propósito de este libro está reflejado en la segunda y tercera parte. En la segunda encontraréis 77 testimonios que la conmovieron, emocionaron y ayudaron a encajar esta terrible desgracia. El último de estos fue escrito por ella misma, publicado en #lavanguardia con el título Espero la festividad de Sant Jordi. En la tercera parte hay 21 testimonios de conocidos y desconocidos, a los que deja que expresen sus reflexiones, sus pensamientos, sus inquietudes, sus quejas, sus miedos y, por último, sus sueños.
Grupo Editorial Círculo Rojo SL (18 €).