
Coches alternativos, todo lo que debes saber
¿Sabías que hay coches de hidrógeno? ¿Conoces los vehículos de gas natural comprimido? Te contamos las características básicas de los vehículos de propulsión alternativa.
Un futuro dominado por los coches eléctricos es más que probable a largo plazo. Aunque los primeros ya han llegado, en forma de Volkswagen ID. 3, Audi e-tron o incluso Fiat 500 o Peugeot e-208, la electrificación total es aún un futuro lejano. No obstante, hay toda una serie de tecnologías que pueden servir de alternativa a la combustión interna y que son igualmente válidas para reducir las emisiones derivadas de la movilidad. Hablamos de soluciones como la hibridación, el gas o incluso el hidrógeno, que ya tiene representantes en el mercado como el elegante Hyundai Nexo o el futurista Toyota Mirai.
El futuro es apasionante por varios motivos. No solo la electrificación y las demás tecnologías aportan nuevos matices a la conducción, con reacciones inéditas e incluso, en el caso de los eléctricos, una entrega de potencia total desde el arranque, sino que además se abre un mundo nuevo para los diseñadores de coches, que ya no están atados a la necesidad de incluir todos los elementos mecánicos que antaño movían un coche. Ya no hay grandes motores, túnel de transmisión o depósito de gasolina. Todo este espacio permite a los diseñadores de vehículos reimaginar el coche y sus habitáculos. De hecho, ya se han visto prototipos con un concepto de interior totalmente renovado. Asimismo, cuando llegue la conducción autónoma, las posibilidades serán infinitas. El primero en mostrar un anticipo de esto fue General Motors, con un prototipo de coche sin volantes ni pedales que quiere poner en funcionamiento pronto como servicio de movilidad.
Con todo, de coches alternativos hay muchos y de muchos tipos y conviene conocerlos para, cuando salgamos al mercado en busca de un nuevo coche, encontrar el que más se amolde a nuestras necesidades y gustos. No hace falta decantarse todavía por un eléctrico, aunque quizá será la mejor opción si nuestros recorridos son urbanos y cortos, sino que podemos encontrar alternativas en el gas, como un carburante barato y que genera pocas emisiones, o un híbrido enchufable, si deseamos ya disfrutar de las ventajas de la electricidad pero recorremos muchos kilómetros. Estas son las tecnologías alternativas más populares y sus características.

Los BEV son los coches eléctricos, vehículos que se propulsan mediante uno o más motores eléctricos alimentados por una batería de gran capacidad que, habitualmente, se sitúa bajo el piso del habitáculo. Son presente y futuro del sector, aunque su precio es todavía elevado. Tienen etiqueta ‘cero emisiones’.

Los PHEV son los coches híbridos enchufables, que combinan las bondades de la combustión, es decir, una gran autonomía, con las de la electrificación, entrega de potencia desde cero, bajas emisiones y la posibilidad de conducir en modo 100% eléctrico. Su batería es más pequeña que las de los BEV, pero más que las de los MHEV y los HEV. Tienen, si superan los 40 kilómetros de autonomía eléctrica, etiqueta ‘cero emisiones’.

Los HEV son los vehículos híbridos convencionales, que se valen de un motor de combustión y un sistema eléctrico para propulsarse reduciendo las emisiones gracias al apoyo de la electricidad. Su batería es pequeña y no suele permitir la conducción 100% eléctrica, aunque sí la marcha por inercia o la optimización de funciones como el Start&Stop. Tienen etiqueta ‘ECO’.

Los MHEV son los microhíbridos, también llamados Mild Hybrid Vehicles. Son el modo más fácil de conseguir la etiqueta ‘ECO’. Sobre todo habituales en las firmas premium para sus coches de alta cilindrada, se valen de un sistema eléctrico de poca potencia para apoyar al motor de combustión y reducir sus emisiones en alrededor de un 10%.

Los FCEV son los coches de hidrógeno. Desconocidos por muchos todavía, son vehículos ‘cero emisiones’ que únicamente liberan vapor de agua procedente de la reacción que, internamente, realiza al mezclar hidrógeno, el elemento más abundante en la Tierra, y oxígeno. Esta reacción genera energía que almacena en una batería y alimenta uno o más motores eléctricos. Son de rápido repostaje.

Los coches que usan GNC son vehículos híbridos que montan un motor de gasolina adaptado para admitir gas natural comprimido como carburante. Es más barato que la gasolina y genera muy pocas emisiones, por lo que le granjea la etiqueta ‘ECO’ de la DGT. Esta poco extendido debido al bajo número de puntos de repostaje.

El GLP es el gas licuado de petróleo. Este carburante, como el GNC, sirve para coches de gasolina aptos para admitirlo. A diferencia del gas natural, el GLP procede del petróleo por lo que las petroleras han invertido en su desarrollo y la red de repostaje es más amplia. También tienen etiqueta ‘ECO’.