
¿Cómo apruebo el carnet de conducir a la primera?
Solo el 27% de los alumnos aprueban el examen práctico a la primera así que os vamos a traer algunos consejos para ser de los afortunados.
Las fórmulas mágicas no existen y, como reza el dicho: “la suerte es para los mediocres”. A la hora de afrontar un desafío como el carnet de conducir, el azar juega un papel importante, más aún la certeza, confianza y seguridad. Los trucos pueden servirte para estar más tranquila pero lo que realmente te hará aprobar serán los conocimientos y la práctica. No existen atajos, autoescuelas más favorables o examinadores con prejuicios que puedan decidir por ti. Por ese motivo, deberás tomar las riendas de ese proceso y convencerte de que depende solo de tus habilidades. Este es el primer consejo emocional para conseguir aprobar el examen de conducir práctico, el más complicado tal y como demuestran los datos. Según Fomaster, Asociación Profesional de Empresas Formadoras en Logística, Transporte y Seguridad Vial, solo el 27% de los alumnos aprueban la parte práctica a la primera. Si los nervios están pudiendo contigo, tranquila, aquí te dejamos algunos consejos que te ayudarán a relajarte y formar parte del grupo de aprobados.
El proceso para ser propietaria del carnet de conducir B, el de coches, se ha complicado ligeramente durante la última década. La Seguridad Vial y el objetivo de reducir las víctimas de tráfico ha creado pasos previos, sobre todo en las motos, que pueden agotarnos. Sin embargo, la libertad de movimientos y la independencia que otorga un vehículo propio no desaparece por mucha burocracia que exista. Conducir nos permitirá escaparnos con nuestras amigas a esquiar, cumplir con ese viaje por los rincones más bellos de España y recopilar anécdotas como si fueran listas de Spotify. Por eso os animamos a formaros bien desde un inicio, porque primero tocará pasar por una autoescuela y esta debe darnos garantías.
Más allá de números de aprobados, que también, os recomendamos optar por una autoescuela con un programa cerrado y que busque la motivación de sus alumnos. Pasar el corte es el objetivo final pero sentirnos seguras al volante será lo que nos protegerá en el tráfico real. Un buen profesor nos guiará, nos ayudará y nos recomendará subir cuando estemos preparadas, no antes. Este es otro de los consejos grabados a fuego: la paciencia. Presentarse sin tenerlo claro nos provocará más tensión y nervios, dos enemigos de la conducción segura y tranquila que te harán aprobar.

Antes de sentarte tras el volante de tu primer coche deberás aprobar el examen teórico. El 44,7% de los alumnos consiguen superar esta prueba tipo test a la primera. Muchos lo hacen mediante la memorización de las preguntas, con sus respuestas correctas. Sin embargo, te animamos a tomarte en serio esta parte. Te aportará los conocimientos necesarios en materia de seguridad pero también evitará el desconocimiento de algunas ilegalidades.

A día de hoy existen aplicaciones y webs que te muestran exámenes, uno tras otro. De esta forma podrás aprobar pero no interiorizar el contenido. Lo mejor es ir a clase y que un profesor experimentado te ofrezca los razonamientos que te permitirán recordarlo para siempre. Si asistes a clase podrás preguntar y nunca te quedarás con la duda.

Asistir a la autoescuela te permitirá saber en qué punto te encuentras. El profesor puede evaluarte pero solo tú sabes realmente si estás preparada. Lo mejor es subir cuando todos los exámenes tipo test te salen aprobados, incluso con uno o dos fallos. Es mejor esperar a gastar tu primer cartucho en el teórico, que es el más fácil de los dos.

Puede que el tiempo sea tu mayor miedo. Tranquila, lee bien las preguntas y no sientas que todo son trampas en tu contra. Hay tiempo de sobras para responder a todas las preguntas y también está permitido preguntar, si dudas no tengas vergüenza.

Una vez aprobamos el examen teórico es el momento de la verdad, que no el fin del mundo. Lo primero que debemos entender es que estamos aprendiendo a circular, porque a conducir lo haremos con el paso del tiempo y los kilómetros. Los profesores nos darán herramientas para superar el tráfico real y no morir en el intento, no se trata de trucos mágicos para el aprobado.

Cada persona es un mundo y no todos conducimos igual. Existen mujeres capaces de acostumbrarse al agobio de una ciudad como Madrid en cuestión de 4 prácticas, otras necesitarán 40. Las prisas por aprobar son el principal motivo de suspenso, con el colapso que eso supone para el sistema de exámenes.

Conducir bien no es conducir deprisa. El examen tendrá que ser como cualquier clase práctica anterior, ni más ni menos. Si tu profesor te anima a subir y te sientes preparada, el trabajo está hecho. No trates de proyectar los nervios en el instructor, céntrate en tus habilidades y herramientas porque las tendrás.

Existen relajantes que rebajan los nervios pero también tu percepción. Lo más importante es mostrar que conoces la normativa vial y la medicación es una ruleta en nuestro cerebro. Sabes lo que tienes que hacer: los Stop con la parada pertinente y nunca tomártelo todo de manera exagerada. Intenta ser natural, ni lenta ni rápida, sino segura de ti misma.