
¿Conoces las multas más comunes en España?
Las multas cayeron el año pasado un 17% respecto a 2019, una cifra corta por el confinamiento. El exceso de velocidad o el uso del móvil, entre las infracciones más comunes.
La mayoría de conductores respeta el grueso de las normativas que conforman el Código de Tráfico y la Seguridad Vial. Este conjunto de normas, aunque algunas parezcan anticuadas o incluso diseñadas para molestar a los conductores, son, en su conjunto, necesarias para garantizar una circulación ordenada y segura. No obstante, todos hemos pasado por alto alguna en algún momento, como superar ligeramente la velocidad en autopista, aparcar en una zona prohibida unos instantes o incluso conducir en chanclas, algo más común de lo que parece en verano y que es una de las multas más habituales en esa estación.
Es entonces cuando entran en juego las multas, las sanciones que impone Tráfico o las autoridades cuando alguien no se ciñe a los límites que impone la normativa. Todos hemos sido multados alguna vez y, aunque para los que respetan mayoritariamente las normas son poco más que un fastidio, son una parte importante del sistema de circulación, por su efecto disuasorio, que provoca que muchos conductores se lo piensen dos veces antes de llevar a cabo acciones tan peligrosas como conducir habiendo tomado alcohol. Es la herramienta de la administración contra los inconscientes y es una lástima éstos solo acaten las normas a golpe de castigo, ya que lo que está en juego es la seguridad de las personas. Existe el debate de que si poner siete radares en 15 kilómetros de carretera, pasa en más de una vía española, es efecto disuasorio o medida recaudatoria, pero, en general, la intención es siempre preventiva.
Precisamente, el exceso de velocidad es una de las multas más comunes en España. El uso del teléfono móvil o, lamentablemente, conducir sin cinturón o bajo los efectos de sustancias prohibidas, son también algunos de los motivos más habituales que derivan en sanción, que suele tomar forma de multa, de retirada de puntos o del carnet en su totalidad para los casos más graves. El año pasado fueron casi cuatro millones las sanciones que la DGT impuso a los conductores españoles, un 17% menos que en 2019, algo que, lejos de ser positivo, se antoja corto tras el confinamiento que tuvo a la población más de dos meses encerrada en su casa con la movilidad reducida al mínimo.

De este modo, la Dirección General de Tráfico sancionó a 3.887.297 conductores el año pasado, lo que supuso reducir en un 17% la cifra respecto al año anterior. Pese a la caída evidente durante el confinamiento, el estado de las carreteras durante la desescalada, muy poco transitadas, propició un incremento de sanciones por, por ejemplo, exceso de velocidad.

El Código de Circulación fija que el límite de velocidad en España oscila entre los 30 km/h, o incluso menos, en algunas carreteras urbanas, hasta los 120 km/h en autopista. En ningún caso se debe superar esa velocidad en una vía pública y, aunque quizá la cifra está desfasada teniendo en cuenta las prestaciones de los coches actuales y las carreteras modernas, es cierto que las probabilidades de morir en accidente se disparan conforme sube la velocidad.

Según Automovilistas Europeos Asociados (AEA), en total el año pasado 2.430.056 conductores fueron multados por exceso de velocidad, es decir, dos de cada tres. Es, por ende, la sanción más común en las carreteras españolas, maximizada en 2020 por las carreteras vacías durante el confinamiento.

Según la DGT, escribir un WhatsApp o leerlo en marcha multiplica por 23 el riesgo de sufrir un accidente. Según Tráfico, cuando circulamos a 120 km/h, responder una llamada a través del móvil o leer un WhatsApp puede dejarnos a ciegas, atención, hasta 264 metros, es decir, una superficie mayor a dos campos de fútbol. Mejor utilizar el manos libres, aunque también incrementa las opciones de tener un accidente.

Parece algo obvio, pero es una de las infracciones más habituales. Son comunes las noticias que identifican a bebedores o a consumidores entre los protagonistas de los accidentes más graves. La buena noticia es que en 2020 estas sanciones se redujeron un 55,4%, una cifra ahora sí significativa.

Si nos fijáramos en la etiqueta que muestra la ITV de los coches, sería más común de lo que parece encontrar inspecciones desfasadas, algo que constituye una infracción que puede ser sancionada. También es habitual encontrar conductores sin carnet o el seguro en regla, acciones también sancionables.

Seguro que habéis visto el nuevo anuncio de la DGT sobre el cinturón, en el que recupera imágenes de otro anuncio de 1973 para referirse a una infracción que, pese a parecer cosa del pasado, cometieron, que se detectaran, 94.417 conductores en 2020. Conducir sin cinturón es una de las acciones más peligrosas al volante.

Apenas dos semanas tardaron en Barcelona en imponer más de 10.000 multas una vez se empezó a sancionar la conducción con coches contaminantes dentro de la Zona de Bajas Emisiones. Es muy fácil ser detectado y, por ende, sancionado en caso de no respetar estas zonas en grandes ciudades como Barcelona o Madrid.

Pese a que las anteriores son las multas más habituales, hay muchas otras sanciones que, por desconocidas, por obvias o por despiste, muchos pueden cometer. Es el caso de alertar de la presencia policial con ráfagas de luz, de quedarse sin gasolina, de llevar la matricula deteriorada o incluso de no disponer de rueda de repuesto.