
¡Cuidado! Las multas por despista más habituales en verano
No vale si el trayecto en coche entre casa y la playa son 10 minutos, conviene no conducir en chanclas y llevar siempre el carnet de conducir con nosotros.
Por fin vemos el final del túnel. A lo lejos, un gran resplandor no nos deja ver que hay más allá de este lúgubre camino. Pero en realidad lo sabemos. Largas tardes de playa, cocktails, fiestas, siestas, piscina, amigos, familia… verano, en definitiva. Decenas de largas semanas desembocan en unos días en el solsticio de verano, ese día en el que cambiamos de estación y todo el mundo coge o empieza a arrancar las hojas del calendario que quedan para coger las vacaciones. Algunos tendrán pocos días, otros un mes entero, pero la premisa es clara: descansar, dedicarnos tiempo a nosotros y a los nuestros y, sobre todo, divertirnos.
Los mejores planes, además de algún viaje inesperado gracias a la ventana de oportunidad que nos da la pandemia, serán siempre los mismos, una tarde de terraza, cañas y amigos, una cena romántica a la luz de las estrellas o un chapuzón en cualquier sitio en el que cubra el agua. Para muchos de estos planes, nuestro mejor amigo será el coche. Nuestro vehículo toma un concepto radicalmente en distinto. No es ese objeto con ruedas que nos lleva a trabajar, sino ese amigo que nos acerca a la felicidad. Como siempre, llevar el mantenimiento al día y los neumáticos revisados será importante para garantizar nuestra seguridad y la de los que vengan con nosotros. Seguir las normas de tráfico, será otro de las premisas a seguir a fin de poder dedicar nuestro dinero a lo que queramos, no a multas.
No obstante, el verano, como todas las estaciones, tiene sus particularidades, algunas de las cuales afectan a la conducción o a nuestro ánimo y que pueden producir situaciones que, según el Reglamento de Circulación, son consideradas una infracción y, por lo tanto, son constitutivas de sanción económica. En el gran número de los casos es leve, pero, por ejemplo, tirar una colilla por la ventana, sea el conductor o un pasajero, acarrea la pérdida de cuatro puntos del carnet de conducir y una sanción económica de 200 euros. Esta es, quizá, la sanción veraniega más grave, sin contar el consumo de alcohol y drogas o el exceso de velocidad, presentes durante todo el año. La mayoría de acciones que acarrean sanción en verano son fruto del despiste, por lo que queremos recordaros qué no podéis hacer al volante, ni si sois pasajeros, para ahorraros una multa.

El conductor deberá ir bien sentado porque sino es imposible conducir. Esta es más una advertencia para el copiloto y el resto de pasajeros. Es importante sentarse bien y evitar, por ejemplo, sacar los brazos o la cabeza por la ventanilla. Además de por lo peligroso que es, de ser pillados la multa asciende hasta los 80 euros. Asimismo, apoyar los pies en el salpicadero o en el asiento de delante le costará al conductor 100 euros.

Es importante que le conductor vaya completamente vestido, al igual que los pasajeros. Conducir sin camiseta, por ejemplo, puede ocasionar heridas por las rozaduras del cinturón o por la activación del airbag. Si hace calor, lo mejor es activar el aire acondicionado o abrir las ventanas, pero nunca quitarse ropa. La sanción son 80 euros.

El Reglamento de Circulación dispone que el conductor debe estar en perfectas condiciones de controlar un vehículo y considera que las chanclas y los tacones son incompatibles con el control del vehículo. Los primeros, por ejemplo, porque pueden interferir entre los pedales y suponer un peligro. La multa en ambos casos es de 80 euros.

Si bien es cierto que la DGT nos bombardea con anuncios en verano sobre lo importante que es hidratarse para mantener la concentración, sobre todo en horas de calor, lo cierto es que no se puede beber agua ni comer en marcha, porque puede ser peligroso al tener que desviar la atención de la carretera. Hay que parar en zonas habilitadas para ello porque, de lo contrario, la sanción alcanza los 100 euros.

Gran parte de los trayectos veraniegos son cortos, muy cortos. Quizá cinco minutos para ir a la piscina, o 10 para ir a la terraza del bar más popular de la ciudad. En cualquier caso, el carnet siempre debe ir con nosotros. No vale dejarlo en casa porque estorba en la playa. La sanción es leve y barata, de 10 euros, pero suficiente para fastidiarte el día.